El muestreo del CIS, referido al pasado mes de noviembre, apunta que la clase política y los políticos son percibidos como un problema por el 16,6 por ciento los ciudadanos, mientras que la inmigración lo es a juicio del 13,7 por ciento de los encuestados.
Hace seis meses, el desempleo alcanzó su cota más alta en las encuestas del CIS desde septiembre de 2000, al ser citado como mayor preocupación por el 77,3 por ciento; tras el verano, en el barómetro de octubre, esta cota bajó al 73 por ciento y ahora ha experimentado un repunte de 5,4 puntos hasta situarse de nuevo en cifras máximas.
A la par que su inquietud por el desempleo, los ciudadanos expresan en la encuesta del CIS una percepción negativa de la situación económica.
Además de considerarla "mala" o "muy mala" el 73,1 por ciento (era el 71,2 por ciento en octubre) ninguno de los encuestados se atreve a calificarla de "muy buena; sólo es "buena" para el 2,5 por ciento y "regular" para el 23,9 por ciento