A finales de este año o principios del próximo se reabrirá en un Tribunal de Apelación un juicio que amenaza con entorpecer el retorno político de un Villepin, que encontró en el recurso del Ministerio Público nuevos argumentos para reforzar su imagen de víctima del “ensañamiento” del jefe del Estado.
Rehabilitado el pasado jueves por una sentencia del Tribunal Correccional que le consideraba ajeno a la trama de falsos listados de beneficiarios del cobro de comisiones ilícitas a través de la sociedad luxemburguesa Clearstream, Villepin deberá volver a batallar para limpiar su imagen.
El fiscal jefe de París, Jean-Claude Marin, anunció que recurrirá la sentencia porque en primera instancia “no todo fue aclarado” y porque “hay espacio para hacer emerger una parte de la verdad”.
El Ministerio Público no se conforma con la derrota cosechada en primera instancia, cuando había pedido una pena de 18 meses de cárcel exentos de cumplimiento y 45.000 euros de multa contra Villepin, al que consideró un “cómplice” de la trama, de la que conocía su falsedad pero no hizo nada para detenerla.
Pese a que era esperado, el recurso de la Fiscalía, jerárquicamente dependiente del Gobierno, reabrió la batalla política entre Villepin y Sarkozy.
El ex primer ministro desenterró el hacha de guerra y acusó a Sarkozy de presionar al fiscal para mantener su persecución judicial.
“Esta decisión ha sido tomada por un hombre, Nicolas Sarkozy, que prefiere perseverar en el ensañamiento, en el odio, en lugar de defender las instituciones”, afirmó Villepin en la radio RMC.