Un hijo de la pareja telefoneó a las 15.00 horas de ayer a la Comisaría para informar de que acababa de recibir una llamada de su padre en la que le comunicaba que había matado a su madre.
Varios agentes se desplazaron al domicilio donde les esperaba el hijo del matrimonio que no había conseguido acceder a la vivienda debido a que las llaves de la puerta permanecían puestas.
Tras insistir varias veces, el padre abrió la puerta y la Policía localizó en un sofá del salón a la mujer que se encontraba sentada y que presentaba varias heridas, una de ellas en el cuello, al parecer producidas por un arma blanca.
Las mismas fuentes han indicado que el hombre sufría algún tipo de enfermedad mental y que no existían denuncias anteriores por violencia doméstica.