Málaga y Zaragoza cierran este lunes la vigésima octava jornada de LaLiga SmartBank en un duelo de urgencias en La Rosaleda, donde a ambos, dos históricos del fútbol español en horas bajas, les urge una victoria, en el caso de los malagueños para acortar distancias con la permanencia y en el de los zaragocistas para alejarse del peligro.
El conjunto malagueño, antepenúltimo a ocho puntos de la salvación y en una situación cada vez más crítica, afronta el choque como una nueva 'final' si quiere mantener opciones de pelear por seguir en Segunda División, aunque deberá cambiar la negativa dinámica en su estadio, donde sólo ha logrado tres triunfos en trece partidos.
El Málaga no ha reaccionado tras el cambio de entrenador, tras sustituir hace tres jornadas Sergio Pellicer al destituido Pepe Mel, lleva seis encuentros sin ganar, con sólo 3 puntos sumados de 18 posibles, y sigue al borde del precipicio con 22 puntos.
El panorama de los malaguistas es muy complicado, ya que en 27 encuentros solo ha sido capaz de ganar cuatro partidos, uno como visitante y tres en La Rosaleda, por lo que ganar ocho o nueve encuentros en 15 que restan puede parecer una quimera.
El ambiente continúa enrarecido, aunque el club ha intentado con diversas promociones atraer al estadio a los aficionados más reacios, cansados de ver perder a su equipo constantemente.
El Málaga tiene tres bajas: el delantero argentino Pablo Chavarría, por lesión, y el defensa argentino Esteban Burgos y el centrocampista Luis Muñoz, por sanción; y es duda el medio Alberto Escassi tras estar recién recuperado de un esguince en la rodilla izquierda y haber acumulado sólo dos entrenamientos esta semana.
Así llega el Zaragoza
El Zaragoza afronta este lunes un partido importante en sus aspiraciones de permanencia y por lo tanto ante un rival directo. El conjunto 'blanquillo' aventaja en once puntos a los malacitanos por lo que si logra imponerse en La Rosaleda pondría un distancia que se antoja insalvable para los andaluces.
Además, la victoria no solo es obligada si quiere dejar atrás a un oponente por la permanencia sino también porque el conjunto que dirige Fran Escribá está a cuatro puntos del descenso que marca la Ponferradina tras su empate de este sábado pasado.
La igualada de los leoneses le podría permitir al Zaragoza, con una victoria en Málaga, aumentar la diferencia en la tabla y mantener la línea del descenso a raya.
El equipo maño viene de una dolorosa derrota en su campo (1-4) contra el Alavés en un partido en el que la diferencia estuvo sobre todo en el acierto en el remate cara a puerta.
Por lo tanto el objetivo del Zaragoza en terreno andaluz es mejorar en las dos áreas, en la propia para evitar dar las facilidades que dio en alguno de los goles al conjunto vitoriano y en la ajena para aprovechar las ocasiones que tenga, algo que no hizo en la anterior jornada, circunstancias ambas, que unidas, supusieron una clara derrota.
Para este encuentro son baja los lesionados Mollejo, Iván Azón y Quinteros y es duda Francho, que atraviesa un proceso gastrointestinal.
Necesidad de ganar
El entrenador del Málaga, Sergio Pellicer, admitió que el partido de este lunes "es una final, a todo o nada", y que lo afrontan con "esa mentalidad", al ser su equipo antepenúltimo en la tabla con 22 puntos, a ocho de la salvación.
“Hay que buscar esa victoria para la esperanza, para creer, para la autoestima”, dijo este sábado en rueda de prensa el entrenador malaguista, quien alabó el trabajo de sus jugadores durante la semana y deseó que esas sensaciones "pasen a la competición", algo que, "por unas circunstancias u otras", todavía no han conseguido.
El castellonense aseveró que sólo les vale "ganar y volver a ganar, no queda otra", aunque advirtió de que su rival, el Real Zaragoza, es "uno de los equipos más poderosos de la categoría a nivel de alta intensidad", un "fiel reflejo de su entrenador", Fran Escribá, que utiliza "un 4-4-2, con las líneas juntas", con el argentino Giuliano Simeone, "que amenaza los espacios", y "gente que quiere ser protagonista".
Pellicer aseguró que conocen "el potencial del rival", pero apeló a que su equipo se centre en sí mismo "para recortar esos puntos y meterse en esa pelea" por la permanencia que comparte con "varios equipos".
El técnico del Málaga insistió en que el encuentro frente al conjunto aragonés “es una final” y también en "la importancia de cada minuto del partido, de cada acción, con balón y sin balón", para estar "preparados a nivel emocional, técnico, táctico y físico", y para "cualquier adversidad" que se presente, ya que saben que van "a sufrir".
