Los primeros trabajos, incidió Jiménez Camino, “consistirán en comprobar de la necrópolis en toda la extensión de esa parcela”, dado que “cuando en 1998 apareció la muralla, ya se encontraron al lado los primeros restos e incluso y en el parque María Cristina, coincidiendo con los trabajos que realizó en su momento una escuela taller, también aparecieron restos”.
Por ello, la zona de actuación “llegará hasta las inmediaciones de la Escuela de Arte”. “En base a los datos de que disponemos, esta es una zona periférica de la ciudad en la que es difícil que aparezcan otro tipo de vestigios arqueológicos, aunque quizás puedan existir hornos, pero no tenemos constancia de ello”, añadió.
Al respecto, el arqueólogo municipal recordó que, en la época islámica “los entierros se realizaban fuera de las ciudades y ciudad romana no hay, porque está en el otro extremo, en la Villa Vieja”.
Tras las catas arqueológicas y después de delimitar el conjunto de la necrópolis, la segunda fase de este proyecto, según Jiménez Camino, consistirá “en excavarla en su totalidad”.