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Los días que nieva se han reducido a la mitad desde 1975 en el norte del país

Los días que nieva se han reducido un 54 por ciento en el norte de España desde 1975, en una tendencia que está directamente relacionada con el aumento de las temperaturas y que no promete buenas noticias en el futuro para los aficionados al esquí, porque seguirá robándoles días de nieve.

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  • La directora de la Agencia Estatal de Meteorología en Cantabria, Rosa Pons, muestra la gráfica histórica de reducción de nevadas. -
Los días que nieva se han reducido un 54 por ciento en el norte de España desde 1975, en una tendencia que está directamente relacionada con el aumento de las temperaturas y que no promete buenas noticias en el futuro para los aficionados al esquí, porque seguirá robándoles días de nieve en los próximos años.

El Grupo de Meteorología de la Universidad de Cantabria (UC) publica este mes en la revista "International Journal of Climatology", de la Real Sociedad Británica de Meteorología, un estudio que pone en cifras lo que hasta ahora no pasaba de ser un comentario repetido invierno tras invierno: cada año nieva menos en el norte de España, sea cual sea la altitud.

Los autores del trabajo han revisado los datos proporcionados desde 1975 hasta 2002 por una treintena de estaciones meteorológicas diseminadas en un área que abarca desde la sierra de Gredos hasta Galicia y los Pirineos y en altitudes que van desde los 60 metros de Grado (Asturias), hasta los 1.353 de Zapardiel de la Ribera (Ávila).

Sus conclusiones indican que, como promedio, cada año se ha perdido medio día de precipitaciones de nieve, hasta acumular una disminución de 13 días al final del periodo. La reducción es especialmente acusada en el invierno, con un 60 por ciento (8 días menos de nevadas), y la primavera, con un 50 por ciento (3,5 días).

La reducción media en las estaciones situadas por encima de 1.000 metros es de 23 días menos de precipitaciones de nieve, mientras que en las situadas por debajo de esa cota el descenso es de siete días.

Pero en ambos casos, los días que nieva han caído a un ritmo del 2 por ciento anual desde 1975, según ha explicado a EFE la directora de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Cantabria, Rosa Pons, coautora del artículo junto con el investigador del Instituto de Física de Cantabria José Manuel Gutiérrez y con los estudiantes de doctorado Daniel San Martín y Sixto Herrera.

El Grupo de Meteorología de la UC, con el que colaboran los cuatro autores, ha encontrado una correlación directa entre la reducción de los días que nieva y el aumento de temperatura que se ha producido en el norte de España (1,5 grados de media entre 1975 y 2002), y otra menos intensa con la frecuencia de precipitaciones.

Los investigadores no disponen de información sobre cómo se han comportado otros parámetros, como el espesor de las nevadas o su extensión, porque apenas se han hecho estudios al respecto en España, pero suponen que hubieran mostrado la misma tendencia.

"La señal es tan fuerte en la reducción del número de días, que cabe esperar que también haya una reducción en los espesores y en la extensión. En los Pirineos sí se ha hecho algún estudio sobre espesores y se ha encontrado una disminución", apunta Pons.

Este trabajo ha servido también a sus autores para desarrollar un modelo de predicción, que todavía no han publicado, pero que explica con éxito los distintos supuestos observados entre 1975 y 2002.

Ahora están volcando en ese modelo los diferentes escenarios climáticos que se esperan para este siglo y el pronóstico es que nevará menos aún, adelanta Pons. Para 2040, su modelo de predicción les dice que se habrán perdido otros 10 ó 12 días sobre la media de nevadas observada en el norte España, que es de 17 días.

Rosa Pons asegura que, en parte, este trabajo se hizo para proporcionar criterios científicos "a determinadas inversiones que se pueden hacer en el campo de la nieve", en lugares donde las estaciones de esquí no están a demasiada altitud, como España.

¿Entonces, es una buena idea abrir nuevas estaciones de esquí? "Cada uno tendrá que hacer su valoración, pero desde luego parece una inversión arriesgada con los datos que tenemos", responde la directora de la Aemet en Cantabria, antes de subrayar que, aunque en los últimos años haya habido algún invierno con más nieve que el anterior, la tendencia a la baja se mantiene.

Y ése es un argumento que comienza a trasladarse a otros ámbitos, incluso al de la justicia. De hecho, en 2008 el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ya utilizó entre las razones para oponerse a la apertura de una estación de esquí en San Glorio su convicción de que los "cambios climáticos que se están produciendo" convierten en "muy dudosa" la viabilidad económica de ese proyecto.

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