La ayuda británica ha llegado. España, que hace poco ha creado las Cortes, quiere lanzarse a por el asedio galo. Un escenario, una batalla... comienza la historia.
Así, al menos, lo ha querido reflejar el Ayuntamiento chiclanero en un recreación puesta en escena en la jornada de ayer, con la mente puesta en el próximo 5 de marzo.
El desfile se iniciaba al mediodía con los figurantes formando en la escalinata de la Alameda del Río, desde donde se trasladaron hasta la Alameda del Río, La Plaza, Plaza de las Bodegas, La Plaza, Joaquín Santos, Constitución, Álamo, Corredera Alta, Padre Añeto, Plaza Mayor, Huerta Chica y Plaza España.
Unas 200 personas llevaron a cabo del desfile, pertenecientes a las asociaciones Napoleónicas de Jaén, Málaga, La Albuera y la Guardia Salinera de San Fernando. A ritmo de tambor, por las calles del centro, acudirán a los lugares íntimamente relacionados con la Batalla.
RECREACIÓN
La recreación del enfrentamiento que tuvo lugar hace 200 años se llevó a cabo al tronar las armas y los cañones en la zona ajardinada junto al puente del VII Centenario, en una recreación que conjuga el rigor histórico y el espectáculo audiovisual para uno de los actos centrales de la conmemoración. Se daba la circunstancia, además, que es la primera ocasión que tiene lugar un acto de esta envergadura en Chiclana. Aunque bien es cierto que hace un año se recreó la entrada de los franceses, aunque con menor envergadura que esta puesta en escena.
José María Román destacó la relevancia de la conmemoración de una de las batallas más importantes de la Guerra de la Independencia. “Chiclana fue escenario hace 200 años de un hecho histórico de una sobresaliente envergadura, el que ahora recordamos. Creo que tanto el desfile de por la mañana, como la recreación de la batalla son hechos espectaculares, que estimo serán del agrado de todos aquellos chiclaneros y personas de fuera que los presencien”.
El regidor también llamó la atención sobre que sea precisamente en la zona donde tuvo lugar el enfrentamiento bélico entre los ejércitos más poderosos del mundo, en el entorno de La Barrosa, donde hoy en día habiten miles de ciudadanos de esos países, como ingleses o franceses, junto a los propios españoles, “disfrutando de una convivencia pacífica, en un lugar ideal, junto una de las mejores playas de Europa”.
