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Tardes en el Lagartijo

Jaén solo dibuja con compás

Si alguna vez han jugado con un Scalextric o manejado un Fórmula 1 en la videoconsola se habrán percatado de que solo se puede seguir una única dirección

Publicado: 05/07/2024 ·
09:19
· Actualizado: 05/07/2024 · 14:31
  • Jaén solo dibuja con compás. -
Autor

Rodrigo de la Torre

Periodista condicionado por la juventud. Presentador de “Jaén es Cultura” y reportero de los informativos de 7 TV

Tardes en el Lagartijo

Vivimos tan rápido en estos días que nos falta el aire y difuminamos lo que nos queda a los lados. Estos escritos me ayudan a pararme, respirar y admirar el entorno

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Si alguna vez han jugado con un Scalextric o manejado un Fórmula 1 en la videoconsola se habrán percatado, además de la alta velocidad, de que solo se puede seguir una única dirección, trazando un círculo por el que se empieza y termina en el mismo lugar.

En este sentido, la circulación en la ciudad de Jaén se asemeja a la de un circuito de competición, aunque ni mucho menos por la fluidez del movimiento, sino, más bien, por el camino único que el conductor se ve obligado a seguir cuando transita por el centro y sus barrios más cercanos.

La posibilidad de corrección si, por un despiste o desconocimiento de la zona, no se ha girado hacia la calle a la que se quería acceder es muy escasa, debiendo, prácticamente, hacer toda una vuelta completa de nuevo al circuito para poder volver a tener la oportunidad de hacer esa curva. Las opciones para la vuelta atrás son mínimas, por ejemplo, una vez que se comienza a subir el Paseo de la Estación. Por no hablar si desde Arquitecto Berges alguien continúa hacia Eduardo Arroyo, donde si, por un casual, necesitara retroceder, se verá obligado a subir calle Colón y recorrer toda la Magdalena hasta llegar a la zona del Teatro Infanta Leonor, o tendrá que bajar hacia La Alcantarilla para llegar a la avenida de Madrid y, en la Estación de Autobuses, girar de nuevo hacia esa zona.

A ello se suma sentir molestias en la rodilla izquierda, por la continuada necesidad de embragar ante una circulación saturada que avanza atascada, generando una enorme contaminación no solo ambiental, sino también acústica. ¿Cómo lo harán, por ejemplo, los vecinos de calle Álamos para poder relajarse cuando por sus ventanas entra de manera continuada el fuerte ruido de motores estáticos y los claxon de conductores desesperados ante los atascos que se forman diariamente?

Una conducción que, en las calles de esta ciudad, obliga a llevar veinte ojos en zonas como avenida de Madrid o el Gran Eje, donde la cercanía de los vehículos por los estrechos carriles es mayor que la de las ruedas de los coches de Verstappen y Norris cuando se adelantan en curva.

Además, en la búsqueda de lo imposible por el centro y sus barrios colindantes, podría llegar a pensarse que en la calle de boxes de un circuito de Fórmula 1 hay mayores opciones de aparcamiento que en estas zonas de la ciudad. Eso de “callejear” para encontrar un hueco es un término impronunciable en estas partes de Jaén, porque para poder pasar varias veces por un mismo punto esperando que un coche se vaya, hay que hacer todo el recorrido de nuevo y dar más vueltas al circuito jienense que en el Gran Premio de Mónaco.

Y no es que en otras ciudades, de similar tamaño, sea tarea fácil aparcar en el centro, pero sí en sus barrios colindantes desde los que llegar andando.

Pasan los años y los programas electorales, todos con promesas para el tráfico y el aparcamiento. Sin embargo, no hay cambios y cada vez que el conductor entra en su vehículo para dirigirse al centro no agarra el volante, sino un compás con el que se ve obligado a dibujar círculos mientras avanza.

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