Álex Pastor se convirtió en una de las sensaciones del Málaga CF en su regreso a Segunda División. Su poderío físico y temple en el centro de la zaga lo llevó a convertirse desde el minuto uno en uno de los jugadores más queridos por la hinchada blanquiazul. Sin embargo, todo este buen hacer que venía arrastrando, se truncó con su expulsión ante el Albacete, allá por la jornada 3. Desde entonces, la buena sintonía de la pareja de centrales Nelson Monte-Einar Galilea, le ha impedido gozar de minutos.
No obstante, el catalán no se rinde. En una entrevista para 7TV, se mostró entusiasmado con el inicio del equipo. Tiene claro que ha tomado la decisión correcta al llegar a Martiricos y confía en que situaciones como la dura derrota ante el Elche de este sábado, no se repitan.
"Estoy muy bien, muy feliz de estar aquí. El partido del otro día nos dejó un sabor amargo, pero en líneas generales estoy muy feliz". Tras tres meses en Málaga, Pastor ya ha encontrado un hogar en Teatinos, uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad, donde asegura sentirse "súper acoplado".
Sobre el equipo, Pastor subrayó el carácter combativo de sus compañeros: "Veo un equipo muy bueno, muy joven y guerrero. Creo que esa es la palabra que más nos define, somos un equipo de guerreros". El defensa destacó que, a pesar de la juventud de la plantilla, el espíritu de lucha y sacrificio es evidente en cada partido.
En relación a su expulsión en la tercera jornada contra el Albacete, Pastor fue autocrítico: "Me equivoqué. Quise hacer una cosa y otra al mismo tiempo y al final ocurrió eso". Además, reconoció que, tras aquel incidente, sufrió pequeñas molestias físicas que le apartaron de los dos siguientes encuentros: "Cuando volví a estar al 100%, el equipo estaba genial y, como es lógico, siguieron jugando los que estaban bien. En eso consiste el fútbol: si quiero volver a jugar, tengo que regresar mucho mejor que antes".
Aunque no ha vuelto a jugar desde entonces, Pastor se mostró tranquilo y confiado en el trabajo que está realizando. Explicó que en ciertos partidos, como contra el Granada, no era necesario introducir a otro defensa, ya que el equipo iba por detrás en el marcador y el enfoque ofensivo era prioritario. "Estoy muy tranquilo. Al míster también le gusta jugar de modo ofensivo y eso es algo que entiendo perfectamente", añadió.
Sobre su llegada al Málaga CF, Pastor confesó que fue una decisión clara desde el primer momento: "A mí el Málaga me llama a principios de julio, una semana o dos después de ascender. Podía haber firmado antes por otro equipo, pero cuando mi representante me dijo que era el Málaga, no lo dudé". Pastor recordó con humor el momento de la llamada: "Estaba jugando al pádel con mi padre y ese día no di ni una bola. Luego nos fuimos a celebrarlo a cenar".
La relación de Pastor con Andalucía es especial. Con raíces familiares en Sevilla y Granada, siempre soñó con vivir en la región: "La ciudad me parece maravillosa. La gente es muy agradable. Siempre soñé con vivir en Andalucía". Además, Pastor se siente cómodo explorando la provincia y los encantos de sus pueblos.
Finalmente, el central también habló sobre su experiencia en otros clubes, como el Andorra, donde coincidió con su exentrenador Sarabia, y en la Sampdoria italiana, donde tuvo sus inicios como profesional. Aunque su etapa en el Andorra terminó en un descenso, Pastor guarda buenos recuerdos de su tiempo allí. Ahora, en Málaga, el defensor espera vivir una experiencia igualmente especial, con la ilusión de devolver al equipo a la élite del fútbol español: “Sería muy bonito jugar con el Málaga en Primera División. Es algo a lo que aspiro”.
Sobre la importancia de vivir el fútbol con pasión, recordó el ascenso del Málaga CF ante el Nàstic de Tarragona, un momento que caló hondo en la afición y en él mismo: "Vi el partido en casa de un amigo y creo que nunca he vivido algo así. Fue una locura. Me imagino vivirlo desde dentro... Así está la afición este año con el equipo, se nota que hay algo especial. Yo también quiero formar parte de algo como eso".
