El colapso en la sanidad dispara las agresiones a médicos y enfermeros, según sindicatos

Los sindicatos UGT, SATSE, CSIF y CCOO se han concentrado este martes en las ocho provincias andaluzas para denunciar un incremento de las agresiones a profesionales sanitarios que han vinculado con el colapso del servicio, un "deterioro" de la asistencia pública del que han responsabilizado a la Junta.

Representantes de los cuatro sindicatos y profesionales de la sanidad pública se han concentrado este martes con el lema 'Stop agresiones, los incumplimientos de la Administración los sufrimos los/as profesionales', para responsabilizar a la Junta de la actual crisis sanitaria.

Los sindicatos han vinculado el "deterioro" de la sanidad pública con un incremento de las agresiones físicas y verbales que sufren los profesionales del sector y han censurado la inacción del Gobierno andaluz.

Entre las críticas, han reprochado a la Junta que no implemente las medidas necesarias y han exigido que el cambio comience con el cumplimiento de los acuerdos de Atención Primaria que beneficiarían directamente a los ciudadanos.

Para las organizaciones sindicales, la violencia es absolutamente injustificable, pero la situación actual de la sanidad, con recortes de personal, falta de sustituciones, imposibilidad de coger citas, interminables listas de espera y demoras en la atención, está creando un ambiente explosivo en los centros sanitarios.

Han argumentado sus críticas con las cifras de las agresiones de las últimas semanas y los datos oficiales del Servicio Andaluz de Salud (SAS), que ya en junio alertó de una subida del 7 % en las agresiones.

Según sus datos, en los seis primeros meses de este año se han registrado 924 agresiones a sanitarios en Andalucía, "una prueba irrefutable" del deterioro del sistema.

Con este escenario, los cuatro sindicatos han condenado de manera enérgica los actos de violencia contra los profesionales de la sanidad pública y han exigido a la Junta que adopte de manera inmediata medidas contundentes para frenar una situación que consideran insostenible.

Las protestas buscan además sensibilizar a la ciudadanía para evitar que se generen situaciones de tensión que, cada vez con más frecuencia, derivan en agresiones hacia los profesionales que los atienden y recordar que ellos no son responsables del estado "deplorable" del servicio.