El colectivo asegura que se trata de una “acción de resistencia civil pacífica y no violenta”, por lo que se disponían a pasar la noche en las dependencias de la legación.
El grupo mostró su determinación a mantener la ocupación de la Embajada hasta que la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, no dé una respuesta satisfactoria a sus reclamaciones.
En concreto, Rumbo a Gaza demanda a Jiménez que tome todas las medidas a su alcance para presionar al Gobierno de Grecia para que levante la orden de inmovilización del Gernika, el barco español de la Segunda Flotilla de la Libertad en el que 45 personas pretenden zarpar “para romper y poner fin al bloqueo ilegal israelí a la Franja de Gaza”.
Según el colectivo, la orden de las autoridades griegas “no tiene ninguna fundamentación jurídica y vulnera el Derecho Comunitario y la propia ley helena. Incluso conculca el Acuerdo de Schengen de libre circulación de personas por territorio de la Unión Europea, ya que el Gobierno griego ni siquiera permite mover el barco para ir a algún otro país de la UE o navegar por aguas territoriales griegas”.
El grupo de internacionalistas que se encuentra en la Embajada manifestó que continuarán con esta y otras movilizaciones hasta que puedan navegar libremente por el Mediterráneo.
Los integrantes del colectivo subrayan que “nos vamos a mantener aquí hasta que pueda salir la Flotilla y se libere el Gernika”.
Firme voluntad
En esta línea, el grupo asegura que “no tenemos ganas de permanecer aquí, pero tenemos la firme voluntad de hacerlo”. Además, indicaron a la ministra de Exteriores no pueden escudarse en el desconocimiento ya que “sabe que lo que pedimos es algo fácil de conceder: que se cumpla la ley y que defienda a las personas con ciudadanía española”.
En total, una cuarentena de españoles se halla desde hace días a bordo del barco Gernika en el puerto cretense de Kolimpari, a la espera de poder zarpar hacia Gaza para entregar ayuda humanitaria a los palestinos por valor de 600.000 euros.
