Además, cuatro de cada diez encuestados en el barómetro de junio del CIS dan un suspenso al funcionamiento de la democracia (el 40 por ciento, que la califica de 0 a 4 puntos).
El sondeo del CIS pregunta por el 15-M, que el 17,6 por ciento de los consultados admite haber seguido con "mucho" interés y el 32,6 por ciento con "bastante interés", frente a un 26,7 por ciento que lo ha hecho con "poco" y un 22 por ciento al que no le ha importado.
Del conjunto de los interesados por las protestas (el 76,9 por ciento del total), la gran mayoría (el 70,3 por ciento) tuvieron una opinión "positiva" o "muy positiva".
El futuro del movimiento no es muy halagüeño para buena parte de los ciudadanos, ya que el 49,4 por ciento pronostica su fin.
Y es que un 27,7 por ciento cree que tenderá progresivamente a desaparecer, al igual que otro 21,7 por ciento que, no obstante, espera que en el futuro resurja.
Frente a los que auguran la extinción del movimiento, hay un 38,3 por ciento de ciudadanos que creen que continuará por otras vías como las asambleas.
Además de preguntar sobre el 15-M, que entre otras cosas reclama, un mejor funcionamiento del sistema político y una democracia más participativa, el CIS ha consultado a los ciudadanos sobre su nivel de satisfacción sobre el funcionamiento de la democracia.
Al respecto, cuatro de cada diez ciudadanos le dan un suspenso al funcionamiento del sistema.
Un 10,2 por ciento se siente "completamente insatisfecho", porque califica con un 0 dicho funcionamiento, frente a sólo un 1,8 por ciento de completamente satisfechos, que le dan un 10.
El aprobado raso (un 5) es la calificación más empleada sobre el sistema democrático, que le dan un 23,9 por ciento de los encuestados.
