Si seguimos lo que sucede con un poco de rigor (y no a través de bulos y teorías conspiranoicas) sin duda el año 2025 se nos presenta del todo siniestro. Peor que el año pasado se dice, y eso que el 2024 ya fue catastrófico
En unos días (el 20 de enero) toma posesión Donald Trump, que sería como un charlatán de feria si no presidiera el país más poderoso de la tierra. Apoyado por las clases más enriquecidas, los multimillonarios como Elon Musk, parece que sus medidas van a desestabilizar la ya precaria situación internacional. ¿Originará como parece un tsunami ultraconservador y reaccionario en todo el planeta?
La mirada al mundo no es halagüeña, porque las pulsiones populistas autoritarias (que destruyen los principios democráticos al grito de viva la democracia), se multiplican como hongos. Es Milei en Argentina claro, pero también Putin en Rusia, el asesino Netanyahu en Israel, Orban y Meloni en Europa… la ultraderecha gobierna en Países Bajos, Eslovaquia y en poco tiempo en Austria. Y no sabemosqué pasará en Alemania con la AfD, puesto que la derecha conservadora (tipo PP) ha decidido normalizar y pactar con la ultraderecha en muchos países e incluso en las instituciones europeas. Por no citar Arabia Saudí, Irán, Egipto, Marruecos o Corea del Norte… Una lista interminable
El panorama es sombrío porque ya sabemos que ocurre cuando gobiernan estas derechas reaccionarias: brutales recortes en los derechos y libertades de la gente común y beneficios sin medida para los poderosos de siempre
Trump podrá parecer un personaje en verdad ridículo, pero los poderes que lo apoyan saben lo que quieren: aranceles que les beneficien, desregulación absoluta del mercado, destrucción de los sindicatos, que se perpetúen guerras y genocidios para engrosar la venta criminal de armas, perseguir a los pobres, especialmente si son de otro país, etc… Es decir, seguir enriqueciéndose como sea, a costa de lo que sea y sobre todo a costa de quien sea, los nadie, los pobres, la gente trabajadora.
Sí, el panorama es sombrío. Pero me quiero quedar con una reflexión de Isaac Rosa “hay que recordar una obviedad: el 2025 no está escrito, se pongan como se pongan los expertos, Nostradamus o ChatGPT. No está escrito”.
No, no está escrito, porque nada en la acción humana es totalmente predecible. Y menos cuando hablamos de sociedades complejas y un mundo lleno de incertidumbres. No olvidemos que en 2024 hubo acontecimientos que nadie preveía. Por poner uno, la caída vertiginosa de la dictadura de Bashar el Asad en Siria.
Pero, añadiría más. Creo que cuando se conjugan todas estas ecuaciones, se obvia, en muchos casos interesadamente, que existen sociedades dinámicas, críticas y en continua mutación; que la gente del común aún le queda mucho por hablar y que los pueblos pueden inclinar la balanza. Ya lo dijo Bertol Brecht“…en tiempos de desorden,de confusión organizada,de humanidad deshumanizada,nada debe parecer natural.Nada debe parecer imposible de cambiar”.
Ahora que todo parece inevitable no olvidemos que efectivamente una sola chispa puede incendiar la pradera.
