Peregrinos, voluntarios y miembros de la organización de la JMJ, en conversación con Efe, han destacado la buena acogida recibida, pero mejorarían la seguridad, la organización de los actos más masivos como la clausura en Cuatro Vientos y las colas para recibir acreditación y material en el madrileño recinto ferial de IFEMA.
La Casa de Italia ha acogido esta semana a 100.000 peregrinos aproximadamente, según fuentes de esta institución, muchos de los cuáles emprendieron el domingo por la tarde su viaje de vuelta.
Claudio Grisanti, técnico de la organización de la JMJ en la Casa de Italia, denunció ayer a Efe que los robos a los participantes de la Jornada han sido “muy abundantes”.
“Ha habido carterismo en todos los lugares: en las calles, las plazas, el metro y hasta en algunos hoteles”, afirmó Grisanti, quien también consideró que el aforo en Cuatro Vientos fue “insuficiente”.
En las puertas de esta institución, un grupo de peregrinos de la diócesis de Cremona, cerca de Milán, apuraba ayer sus últimas horas en Madrid y expresó su sorpresa y agradecimiento por la amabilidad de los madrileños y la hospitalidad de las familias. Lo peor, según ellos, ha sido la seguridad.
“El recibimiento ha sido muy bueno, los medios de transporte óptimos, pero creo que la seguridad ha sido deficitaria porque hemos sufrido muchos robos, no sólo en Madrid, también en otras ciudades por las que hemos pasado antes, como Valencia”, lamentó Paolo, un peregrino de mediana edad, que aprovechará los próximos días para conocer Barcelona.
En el instituto Ramiro de Maeztu, en donde han pernoctado casi 700 jóvenes esta semana, un grupo de estudiantes de toda España recogían ayer sus sacos de dormir.
Paul, de Barcelona, aseguró que han sido unos días “muy intensos”, en los que ha habido de todo: calor tórrido, tormentas, fiestas de peregrinos, manifestaciones laicas, pero, sobre todo, “un gran sentimiento de unión entre los católicos”.
Tomás Gómez, voluntario de la JMJ, criticó el cierre de las puertas del recinto de Cuatro Vientos y la “falta de información” que sufrieron los peregrinos que se quedaron fuera durante el acto de clausura de la JMJ por el papa el domingo.
“Aunque la elección del sitio era idónea, el aforo se quedó pequeño, las calles de alrededor estaban llenas de gente y la Policía reaccionó de forma drástica cerrando los accesos, por lo que hubo varios miles de personas que no pudieron entrar a Cuatro Vientos”, explicó Gómez, quien coordinaba la entrada a través de la puerta 2.
Pese a la avalancha de peregrinos, Gómez subrayó la paciencia y los modales de los asistentes, incluso de los que se quedaron fuera, y consideró que hubiera sido necesario un sistema de megafonía para informar de lo que sucedía y calmar los nervios.
La iglesia de San Juan de la Cruz, uno de los puntos desde los que se coordinaba y se daba indicaciones a los jóvenes de la JMJ, respira tranquilidad después de una semana de afluencia masiva.
Voluntarios y miembros de la organización de la JMJ continúan trabajando en esta iglesia para gestionar el alojamiento y la salida ordenada de los jóvenes que están abandonando Madrid de forma escalonada desde el domingo y hasta el viernes.
REACCIONES
El Gobierno de Madrid ha calificado de “éxito” y “acierto” la celebración en esta ciudad de la Jornada Mundial de la Juventud, mientras que desde diversos colectivos se ha criticado el apoyo institucional que ha recibido la visita del papa.
El consejero de Sanidad, Javier Fernández-Lasquetty, ha dicho que este evento ha constituido “un orgullo” para Madrid al haber acogido a “tantos centenares de miles de jóvenes del mundo” y al haber sido “el centro de atención de millones de personas”.
Fernández-Lasquetty ha destacado el mensaje de “libertad” que ha dejado en España Benedicto XVI a la hora de defender “el derecho de cada persona a vivir sus creencias religiosas sin presiones”.
Frente a esta postura, el presidente de Europa Laica, Francisco Delgado, ha asegurado que el papa ha lanzado mensajes que “ni cristianos, ni creyentes aceptan o practican”.
A esta organización no le ha sorprendido la multitud de personas que ha acudido a los diversos actos de la JMJ, sobre todo a la misa celebrada en la base madrileña de Cuatro Vientos, por “los enormes medios que tiene la Iglesia católica” y el respaldo que ha recibido.
El presidente de la Federación Española de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (Felgtb), Antonio Poveda, ha mostrado su “indignación” por el apoyo “tan exagerado” del Gobierno y otras administraciones a la JMJ.
Poveda se ha referido a esta jornada, que la federación ha visto con “indignación”, especialmente porque ha contado con el apoyo del Gobierno de una forma que “recordaba a la época de la dictadura”.
El Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid (CogamM) ha esgrimido que “ver al jefe del Estado, a ministros, a la presidenta de la Comunidad de Madrid, al alcalde de Madrid rendir pleitesía a un jefe de otro Estado o líder religioso, como mejor le convenga, no es precisamente un ejemplo de separación Iglesia/Estado”.
El teólogo Juan José Tamayo ha admitido el “triunfo” del papa y del cardenal Rouco por poner a “sus pies” a todos los poderes en la celebración de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), mientras que los “grandes perdedores” son los progresistas que proponen una iglesia alternativa y el Estado laico.
En declaraciones a Efe, Tamayo se ha referido a la “cuádruple alianza” de la Iglesia con todos los poderes en la misa de Cuatro Vientos por la presencia de obispos, del Rey, miembros del Gobierno y las Fuerzas Armadas y empresarios.