Este área, donde se efectúan los registros a los vehículos que llegan en los ferries procedentes de Ceuta y Tánger, cuenta con “una paupérrima cubierta, con el consabido riesgo de desprendimiento de algún trozo de chapa o material que lo componen”.
De hecho, y como se aprecia en la imagen que acompaña esta noticia, se ha instalado una rudimentaria red de seguridad para evitar que los cascotes caigan encima de los agentes, pasajeros y vehículos, y que la AUGC considera insuficiente para evitar totalmente los riesgos ya que no evita que pasen trozos más pequeños.
Desde el punto de vista del colectivo que defiende los intereses de los efectivos de la Benemérita, “estos riesgos también lo sufren los viajeros que llegan a la ciudad desde las localidades de Ceuta y Tánger, pues cuando llegan al punto de control y se les requiere para proceder a la inspección de sus vehículos deben apearse de los mismos con el consabido riesgo que ello conlleva”.
Denuncia antigua
Esta nueva reclamación de AUGC viene a sumarse a los problemas ya detectados por la asociación profesional hace dos años, cuando denunciaron en estas mismas páginas “las condiciones tercermundistas y el riesgo laboral con el que los agentes del puerto ejercen su labor ”.
Desde AUGC, recordaron haber solicitado “en numerosas ocasiones” una “mejora en las infraestructuras en la que poder desempeñar un trabajo eficaz”.
Riesgo de electrocución
La AUGC volvió a reclamar, como ya hiciera en el año 2010, que se dote al Puerto de “una instalación eléctrica adecuada que cumpla con lo exigido en materia de prevención de riesgos laborales, para evitar posibles electrocuciones”.
Para AUGC, “un puerto que presume de ser de los más activos de Europa, de los que más mercancías mueven al año, tiene patrullando a los agentes de la Guardia Civil, con vehículos en condiciones deplorables”.
Por ello, “solicitamos a las administraciones que se tomen en serio” a estos agentes que encabezan las cifras de incautaciones.
Asimismo, se reiteraron en el retraso, durante dos años más, del cumplimiento de lo que denominaron un “compromiso” de la entonces Dirección General de la Policía y la Guardia Civil de crear una Unidad de Seguridad Portuaria, que contaría con 37 agentes, y que fuentes oficiales calificaron en 2010 como ya “creada orgánicamente”.
Perros ‘mojados’
Desde el punto de vista del colectivo de agentes de la Benemérita, estas supuestas deficiencias afectan incluso al “perro que detecta la droga, y todo el que tenga perro lo sabe”.
AUGC se refiere al supuesto de que existan “condiciones climatológicas adversas” como las de los temporales y fuertes lluvias que tuvieron lugar, sin ir más lejos, el pasado año.
Ante estos problemas, sugieren, como ya hicieron en las páginas de este diario hace dos años, “infraestructuras como una simple carpa, en la que los agentes están resguardados de las inclemencias del tiempo”, o elementos “tan simples como una garita en la que los agentes puedan comprobar la documentación de los vehículos y camiones que llegan con mercancías al punto de verificación o Cabotaje”.
Problema conocido
Fuentes oficiales de la Guardia Civil consultadas por este diario admitieron tener conocimiento, a través de los agentes que ejercen habitualmente su labor en el Puerto, de las condiciones en que se encuentran las instalaciones de Cabotaje.
En cualquier caso, desde el Instituto Armado quisieron dejar claro que, a pesar de las inclemencias meteorológicas con las que llegan a encontrarse los agentes, su labor se desarrolla “con normalidad” en lo que se refiere a la efectividad de su trabajo.
De ello puede deducirse, por tanto, que se trata de un problema más de riesgos laborales e incomodidad más que a un condicionante que disminuya los resultados obtenidos por los agentes, como ya demuestran las estadísticas en cuanto a incautaciones adelantadas por este diario hace algunas semanas. Este hecho otorga aún más mérito al trabajo de los agentes del Puerto.
Las mismas fuentes reconocen, asimismo, que las quejas por el estado de Cabotaje se han trasladado a instancias superiores, pero que en cualquier caso el acometimiento de la preceptiva reforma podría ser competencia de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras (APBA).
