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Bronca en Chapín tras un encuentro lamentable

El Mirandés mandó un balón al palo, tuvo más ocasiones y no le señalaron un penalti sobre Pablo

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  • El Mirandés vivió su fiesta particular en Chapín. -

Se puede ganar, empatar o perder. Al final es un juego en el que pueden decidir mínimos detalles, pero lo que no se puede ofrecer es la imagen que los jugadores azulinos ofrecieron desde el minuto 1 al 93 del choque disputado en Chapín ante el Mirandés.

S  in paliativos. No hay nada que pueda objetarse al resultado de Chapín. Si acaso que fue corto para los merecimientos de los burgaleses y los deméritos de los de Esteban, que ni estuvieron ni se les esperó en instante alguno. Como muestra valga que el primer disparo a puerta de los xerecistas no se produjo hasta el minuto 84, un disparo inocente de Adrián Ruiz, y que el árbitro no señaló un penalti sobre Pablo Infante, que los de Pouso, antes que su capitán marcase el primer gol, ya habían tenido ocasiones claras para ir por delante y que incluso Muneta estrelló un esférico en el poste. El resultado pudo ser aún más escandaloso y la imagen del Xerez no fue mala, fue peor. De ahí que Chapín acogiese la primera gran bronca, esperemos que sea la última, cuando los que vestían de azul enfilaban el camino de los vestuarios. Después llegaría la ovación cerrada para los visitantes, como premio a su juego y su esfuerzo y como castigo también para unos jugadores que nunca estuvieron a la altura de las circunstancias.
Tal y como ocurrió en el choque ante el Recreativo de la primera jornada liguera el Xerez entró muy frío,. Tanto, que a los cinco minutos David Prieto salvó un balón que entraba ya en la puerta y un minuto después Alain Arroyo le pegaba mal, en posición inmejorable, y Toni pudo parar. Mújika después no supo qué hacer con el balón dentro del área y en los primeros quince minutos el Xerez no daba señales de vida. Rafa García no tenía su día en su vuelta a casa, el mediocampo no existía y un balón largo ganado por José Mari propició un remate de José Vega que se estrelló en la espalda de un zaguero rojillo.
Era el minuto 16 y el encuentro entró en un toma y daca. Parecía que el Xerez podía tomar las riendas, pero fue un mero espejismo. En el 31, Toni se estiró para desviar un cabezazo de Javi Soria y en el 44, Pablo Infante, no perdonó desde la frontal y hacía justicia en el marcador.
Las esperanzas estaban puestas en el segundo tiempo. Craso error. Esta vez las palabras de Esteban no surtieron el efecto deseado y el Xerez salió con la misma caraja al terreno de juego. A los cinco minutos, un despiste monumental del entremado defensivo local dio origen al gol de Aitor Blanco. Más difícil todavía. Muneta envió cinco minutos más tarde al palo en otro error monumental de los hombres de atrás. Raúl Cámara le hizo penalti en el 60 a Pablo Infante aunque el árbitro se inhibió y, a renglón seguido, el propio Pablo Infante le ganó la espalda a la zaga y se plantó solo ante Toni para regatearlo y batirlo.
Visto para sentencia. El capitán mirandés se fue al banco entre la ovación cerrada de Chapín y su sustituto Goiria hizo el 0-4 entrando entre los centrales.

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