Al menos tres personas han muerto este martes a causa de un atentado suicida con coche bomba contra un puesto de control del Ejército iraquí en la localidad de Tayi, al norte de Bagdad, según ha informado la Policía.
Precisamente en Tayi, a 20 kilómetros al norte de la capital, se produjo ayer lunes otro atentado suicida contra una milicia progubernamental suní que causó al menos 22 muertos.
Ningún grupo armado ha reivindicado el atentado. Las operaciones suicidas son el procedimiento habitual de la rama de Al Qaeda en el país, el llamado Estado Islámico de Irak, que ha enviado combatientes suníes y armas a Siria. Aparte, Irak alberga otros muchos grupos insurgentes suníes.
El Estado Islámico de Irak juró en 2012 que recuperaría el terreno perdido en su larga guerra con las fuerzas norteamericanas e instó a los musulmanes suníes a combatir el Gobierno de Bagdad, presidido por el chií Nuri al Maliki.
Con el de este martes ya son ocho los atentados suicidas perpetrados en Irak en solo un mes, en plena oleada de manifestaciones suníes contra el Gobierno, al que acusan de marginar a los miembros de esta confesión desde la caída del régimen de Sadam Husein, hace casi diez años.
