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Concluyen las dos jornadas de huelga de los empleados de la EUC sin respuesta del Consejo

Desde CCOO, sindicato convocante de la huelga, valoran "muy positivamente" las movilizaciones, "que han trasladado nuestra indignación a los vecinos del resort"

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  • Los trabajadores, esta mañana. -

Esta tarde a las 16:00 horas concluían las dos jornadas de huelga convocadas por el sindicato CCOO de  la plantilla de trabajadores de la EUC de Costa Ballena, que tras dos días mostrando pancartas y movilizándose por el resort turístico y residencial para denunciar el despido de siete compañeros y el "silencio" de la EUC, no descartan llegar a la huelga indefinida como recurso reivindicativo.

Ayer jueves y hoy viernes, de doce de la mañana a cuatro de la tarde, el colectivo ha llevado su descontento a los ciudadanos, pidiendo la dimisión de la presidenta del Consejo Rector de la EUC, Francisca Rodríguez García, a la que acusan de "no cumplir sus promesas" con respecto a la readmisión de los siete trabajadores despedidos, a pesar de que desde la EUC han asegurado que nunca se comprometieron a tal cosa.

Y es que los trabajadores desconvocaron una huelga prevista para el mes de marzo con el "compromiso" alcanzado con mediación del Sercla con la Entidad de que readmitirían a los despedidos, así como que se abriera la negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), de carácter temporal. Ninguna de las dos premisas se han cumplido hasta la fecha.

La próxima semana los trabajadores se reunirán en asamblea para estudiar nuevas movilizaciones, ya que el Consejo Rector sigue sin dar respuesta al colectivo. Una de las opciones que barajan es la de iniciar una huelga indefinida, aunque ésta debe contar primero con la aprobación de los empleados, además de otras movilizaciones como el reparto de octavillas, entre otras.

Mientras, los empleados despedidos siguen haciendo llegar a los vecinos del complejo su situación, sobre todo los fines de semana, que es cuando más residentes ocupan sus viviendas en Costa Ballena. "Los vecinos y las asociaciones vecinales nos apoyan y comprenden nuestra indignación", aseguran. Lo que tienen claro es que "no pensamos parar". 

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