El Rey ha presidido este sábado en Madrid el Homenaje a los Caídos con motivo del Día de las Fuerzas Armadas, su primer acto público en la calle después de su última intervención quirúrgica, en el que ha recibido el apoyo de los ciudadanos que se han acercado hasta la Plaza de la Lealtad, donde han agitado banderas de España y coreado 'vivas' al monarca.
Don Juan Carlos, con su uniforme de capitán general de los Ejércitos, ha llegado a las 12.30 horas a la Plaza de la Lealtad acompañado por la Reina y los Príncipes de Asturias. Nada más abandonar el coche que le ha dejado a pocos metros del lugar desde donde ha presidido el homenaje, han comenzado a escucharse los primeros aplausos y gritos de 'viva', mientras saludaba al ministro de Defensa, Pedro Morenés, el jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante Fernando García Sánchez, y la alcadesa de Madrid, Ana Botella.
Durante el solemne acto, que ha durado una media hora, el Rey ha contado con el apoyo de dos muletas para realizar los cortos desplazamientos que ha necesitado. En algunos momentos se ha desprendido de una de ellas --para estrechar la mano con las autoridades o hacer el saludo militar-- y ha permanecido apoyado en la otra.
Tanto a su llegada como a su marcha, el monarca ha mantenido un gesto sonriente, al igual que la Reina, que con sus saludos al público ha arrancado más aplausos. También se han escuchado vivas a Doña Sofía e incluso a toda la Familia Real durante el acto.
Los ciudadanos que han querido acompañar este acto se han dispuesto alrededor de la Plaza de la Lealtad, alrededor del perímetro marcado por las fuerzas de seguridad y protegido por vallas, en el que se podían observar bastantes huecos.
Una vez finalizado el acto, el Rey ha subido a su coche oficial --en el que ha ocupado el asiento del copiloto-- y toda la familia ha puesto rumbo al Palacio de la Zarzuela, donde a las 14.30 horas ofrecerá un almuerzo a los ministros de Defensa e Interior y a la cúpula militar.