El tiempo en: Conil

Sanlúcar

“Estas obras tienen su momento, una vida limitada”

ryz es el artista responsable de que, durante las dos últimas semanas, medios nacionales e internacionales hayan puesto su mirada en Sanlúcar. Entre el surrealismo y el arte pop, su visita a Sanlúcar nos deja un impactante pavo real que por varios años nos acompañará desde el edificio Los Andes.

Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Aryz. -

—-Tu visita ha generado mucho interés en Sanlúcar. ¿Cómo describes tus creaciones?

—La gente me conoce principalmente por mis trabajos en gran formato, por mis pinturas en edificios. No me gusta hacer un uso abusivo de colores llamativos. Desde el momento en que pintas en la calle estas imponiendo a otra gente que vea tu trabajo, por eso evito colores muy saturados, prefiero que la obra se integre de forma natural en el paisaje y sea la persona que pasea la que la descubra. En cualquier caso no me gusta poner demasiados calificativos a mi trabajo, me dedico a hacerlo sin darle demasiada importancia a lo que lo envuelve.

—- ¿Cómo surgió tu visita a la ciudad? ¿Es la primera vez que trabajas en Andalucía?

—Hace tiempo realicé alguna colaboración en Sevilla, pero muy distinta, en formato pequeño. Para venir a Sanlúcar contactó conmigo Vicente Ramírez, el delegado de Participación Ciudadana del Ayuntamiento, explicándome las cosas que se estaban haciendo en la ciudad. Intercambiamos algunas inquietudes, hablamos y no hubo mucho problema para ponernos de acuerdo. Principalmente porque el edificio propuesto me pareció interesante.

—Hablando de tu trabajo en Sanlúcar, realizado en uno de los edificios más altos y visibles de la ciudad. ¿Por qué un pavo real? ¿Tiene algún significado?

—Al principio hablamos de una mujer, porque queríamos buscar alguna relación directa con temas de igualdad, pero por distintas razones mi visita a Sanlúcar se retrasó y cuando cerramos fecha acababa de dibujar a una mujer en San Francisco. No quería repetirme y hacía tiempo que deseaba dibujar un pavo real, así que fue el boceto que finalmente propuse. No me obsesiona el mensaje que pueda transmitir, aunque el pavo real representa todo esa belleza del cortejo masculino a la vez de lo absurdo y exagerado del mismo cuando se lleva a cotas de machismo. La estructura del muro, alargado y rugoso, también limitaba ciertos aspectos y una forma de ave cuadraba bien en él.

—El diseño de tu pavo real parece moverse entre la búsqueda de una belleza clásica y el sarcasmo de, por ejemplo, tener dos pajaritas en su cuello estrangulándolo... ¿Cómo te inspiras en esos detalles?

—Muchos surgen sobre la marcha. La pajarita es un elemento que utilizo con frecuencia, las suelo dibujar flotando en el aire. Esta vez pensé que, al tener un cuello tan largo, le cabrían dos, y me pareció divertido. Lo de “estrangularlo”, es por dar más énfasis a que les está apretando, quizá me pasé apretándoselas. (Risas)

—Tu obra, esas criaturas que salen de tu imaginación, parecen compartir cierto punto de encuentro con elementos óseos. ¿Podrían considerarse parte de tu sello? ¿Cuál es tu relación con esos detalles?

—Es algo que me gusta, la anatomía. Los huesos que dibujo, fuera del cuerpo de la figura, añaden un toque más complejo, y aportan otras connotaciones. Es verdad que los uso bastante, al igual que otros detalles.

— ¿Cómo fue la elección del edificio?

—Es fundamental que el edificio me motive, y en este caso lo hacía. Me gustan las fachadas que se ven desde la distancia y se prestan a mostrar el dibujo desde lejos. Así es cuando verdaderamente se aprecia su interacción con el entorno.

—¿Satisfecho con el resultado final de tu trabajo en Sanlúcar?

—Eso no puedo valorarlo con objetividad hasta que no pase cierto tiempo, ahora, que acabo de terminar, estoy saturado. Necesito hacer dos o tres murales más para poder mirar hacia atrás y crearme una opinión más real. Ahora mismo podría verle mil fallos, pero hay que darles reposo y centrarme en el siguiente trabajo.


—¿Qué relación guardas con tu obra una vez la terminas y abandonas la ciudad donde la realizas?

—Me gusta el hecho de que sean efímeras. Estoy acostumbrado a pintar en lugares que terminan derruidos en el suelo. Estas obras tienen sentido unos años, no creo en la conservación indefinida, ni en hacer demasiado porque duren lo más posible. Tienen su momento, una vida limitada y coherente con su principio y final.

—Sabemos que Pinturas-Andalucía ha sufragado la práctica totalidad de los materiales que has utilizado, y que el Hotel Guadalquivir ha facilitado tu alojamiento en la ciudad, ¿Es fácil encontrar sponsors para tus trabajos?

—De eso se encargan otras personas, pero no suele haber problemas. Se agradece poder contar con pinturas de calidad y un buen sitio en el que dormir.

—¿Algún proyecto distinto al trabajo en edificios? ¿Exposiciones en galerías, libros…?

—Sí, algunas exposiciones más en un futuro no muy lejano.

—Si a tus 24 años has alcanzado este nivel artístico y de reconocimiento, ¿Cómo te ves a los 40?

—Espero estar vivo y seguir haciendo lo que hago, si eso es posible, ya me doy por satisfecho.

—¿Te ha dado tiempo a disfrutar de la ciudad? ¿Qué es lo que más te ha gustado de Sanlúcar?

—He salido poco, han sido jornadas muy intensas de trabajo. Me han gustado mucho los edificios antiguos, al igual que la gente que he conocido y la comida.

—¿Cuál es tu próximo destino?

—La capital, Madrid.

—¿Cómo podemos seguir de cerca tu trabajo?

—En mi web oficial; www.aryz.es aunque en el facebook de Aryz hay más actividad: www.facebook.com/aryz.aryz

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN