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Vettel reina en casa y Alonso termina cuarto

El alemán consigue su primera victoria en territorio germano

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  • CELEBRACIÓN -

El piloto alemán Sebastian Vettel (Red Bull) se ha impuesto en el Gran Premio de Alemania, carrera que se ha disputado este domingo en el circuito de Nürburgring, consiguiendo así su primera victoria en suelo germano, por delante de los Lotus de Kimi Räikkönen y Romain Grosjean, mientras que el español Fernando Alonso (Ferrari) no pudo completar su gran remontada llegando al podio, y se tuvo que conformar con la cuarta posición.

   La carrera, que se libró con la mirada puesta en si 'Pirelli' había sido capaz de solucionar los problemas con los neumáticos del Gran Premio de Gran Bretaña, se desarrolló sin incidentes con los únicos abandonos de Felipe Massa (Ferrari) y de Jules Bianchi (Marussia), quien provocó el único 'Safety Car' del Gran Premio.

   Así, tras la victoria de Vettel, quien vuelve a conseguir un triunfo de un piloto local en Alemania tras la última de Michael Schumacher en 2006, el mundial sigue liderado por el alemán de Red Bull con 157 puntos, seguido por Alonso con 123 y por Räikkönen (Lotus), quien completaría el podio con 116.

   Desde el instante en el que se apagó el semáforo, Vettel salió con la mente puesta en ganar por primera vez ante su afición. Esa ambición quedó patente en los primeros metros y el Red Bull del alemán adelantó al Mercedes de Lewis Hamilton colocándose de esta manera en la primera posición. Mark Webber (Red Bull) aprovechó la lucha entre su compañero de equipo y el británico para colocarse en la segunda plaza tras la primera curva.

   Fernando Alonso, con una estrategia diferente al resto calificando ayer con los neumáticos duros, luchó en los primeros metros con el Toro Rosso de Daniel Ricciardo, pero la diferencia de agarre entre las ruedas blandas y las duras hizo imposible el adelantamiento del español. Mejor suerte tuvo su compañero de equipo, Felipe Massa, que consiguió pasar al australiano y ponerse sexto, pero en la vuelta 4 un trompo le obligó a retirarse de la carrera.

   A partir de la séptima vuelta comenzaron a desfallecer los neumáticos. Hamilton fue el primero en cambiar de gomas con la intención de adelantar alguna posición en los 'boxes'. Sin embargo, Vettel hizo una parada perfecta, evitando así el tráfico a la salida del garaje.

   Por otro lado, Webber veía como la mala suerte le acompañaba en su parada. Al igual que en el Gran Premio de China, un problema con la tuerca de su neumático trasero llevó el caos a los 'boxes', y provocó que la rueda mal colocada golpeara a un cámara que se encontraba trabajando en la zona. Una vuelta después, los mecánicos lograron solucionar los problemas del piloto australiano y le mandaron a la pista de nuevo, ahora en la última posición.

VETTEL DOMINA AUNQUE AL FINAL SINTIÓ EL ALIENTO DE RAIKKONEN.

   La carrera se desarrolló sin más problemas hasta la vuelta 23, en la que Jules Bianchi rompió el motor de su Marussia provocando un pequeño incendio en su coche. En ese momento y con la grúa a punto de apartar el coche del circuito, el monoplaza del francés se empezó a mover por el circuito sin control, provocando la salida del 'Safety Car' al asfalto.

   Con el coche de seguridad en pista, los pilotos aprovecharon para montar un nuevo juego de neumáticos, igualando de esta forma las fuerzas de la carrera. En la vuelta 29, el 'Safety Car' apagó sus luces y volvió a 'boxes', relanzando de nuevo el Gran Premio con Vettel al frente, seguido de Grosjean y de Räikkönen, y con Alonso al acecho en la cuarta posición.

   A medida que pasaban las vueltas, el ritmo de los Lotus fue siendo cada vez superior al del Red Bull, y el alemán empezó a temer por la victoria. En el último tramo de la carrera, y con todo por decidirse, el francés Grosjean sorprendió a todos cambiando neumáticos a veinte vueltas del final, obligando a Vettel a imitarle en la siguiente vuelta para cubrir su posición. Por otro lado, Räikkönen y Alonso alargaron su parada diez vueltas más para poner el neumático más blando.

   En el tramo final, las diferencias entre los cuatro pilotos eran mínimas, separados únicamente por un segundo. Grosjean vio como sus neumáticos empezaron a desfallecer, y Räikkönen aprovechó para adelantarle e intentar alcanzar al Red Bull del alemán en busca de la victoria, pero le fue imposible.

   Así, Vettel reinaba en casa por primera vez, a pesar de sentir el aliento del finlandés en las dos últimas vueltas, y la carrera finalizaba con Alonso y Grosjean luchando por la tercera plaza en las últimas curvas, pero finalmente el francés conseguía mantener la posición subiendo de esta manera al tercer cajón del podio.

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