Las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos han afirmado no encontrar pruebas que indiquen que la empresa Booz Allen Hamilton (BAH) sea responsable de las filtraciones a la prensa realizadas por el extécnico de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense Edward Snowden, que trabajaba para dicha compañía en el momento de la publicación de la información confidencial.
"En este momento (...) no hay pruebas de que la empresa conociera, aprobara consintiera los actos de Snowden", han indicado fuentes del organismo a la agencia británica de noticias Reuters. "No hay pruebas de que el caso Snowden constituya una reaparición de las prácticas que llevaron a las Fuerzas Aéreas a proponer la exclusión de la BAH", ha agregado.
"Hasta la fecha, las Fuerzas Aéreas (...) están satisfechas con los esfuerzos de la empresa para mejorar sus programas de ética y cumplimiento, así como con sus controles internos", ha sostenido esta fuente.
Por su parte, el portavoz de la compañía, James Fisher, ha asegurado que la empresa ha cumplido estrictamente con su acuerdo con las Fuerzas Aéreas, que requiere la notificación de cualquier "incidente ético".
"Las acciones de Snowden fueron sorprendentes y representaron una grave violación del código de conducta y los valores esenciales de Booz Allen. Como resultado fue despedido inmediatamente por la empresa", ha sostenido.
Snowden viajó a finales de junio desde Hong Kong a Moscú, donde aún permanece en la zona de tránsito de un aeropuerto, aparentemente a la espera de viajar a América Latina. En los últimos días ha presentado solicitud de asilo a varios países.
Las Fuerzas Aéreas propusieron en 2012 la exclusión de contratos con el Gobierno de la oficina de la empresa en la localidad de San Antonio, así como de sus trabajadores y extrabajadores, después de que un empleado se hiciera con datos gubernamentales sensibles.
La compañía fue sacada de su "lista de partes excluidas" en abril de 2012, permitiéndole así volver a firmar acuerdos con las Fuerzas Aéreas.
