Los 120 inmigrantes búlgaros que permanecían desde hace casi tres meses en una finca de Cartaya la que trabajaron en la campaña fresera por no cobrar sus salarios, han llegado a un acuerdo con el empresario para volver a su país, con el compromiso ante notario de cobrar sus atrasos.
El acuerdo, según ha explicado a Efe el empresario. A.M.R., contempla que los inmigrantes vuelven a su país con el compromiso por parte de la empresa de que cobrarán el total de la deuda, unos 225.000 euros, antes de cuatro meses, y la empresa se encarga de costear el viaje en autobús hasta Sofía y sus localidades de origen.
El portavoz de la ONG Anusci, Juan Labrador, ha dicho a Efe que este acuerdo implica además que UGT se hará cargo de mediar en los cobros, para enviarles el dinero prometido a los trabajadores en cuanto sea posible.
Las dos partes se han congratulado de que se haya puesto punto final a esta "pesadilla", que habían protagonizado una serie de personas que llegaron a Huelva el pasado enero para trabajar en la recogida de la fresa, sin llegar a cobrar sus sueldos completos en ninguna mensualidad.
Durante el tiempo que han permanecido en esta situación los inmigrantes han sobrevivido con la ayuda de distintas entidades benéficas, así como por la solidaridad a título particular de vecinos de Cartaya que les han proveído de lo necesario para su alimentación e higiene.