En una reunión mantenida la semana pasada por la Comisión Estatal del Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, órgano consultivo y de cooperación de la Administración General del Estado y las Administraciones Autonómicas, se aprobó el proyecto de reintroducción del ibis eremita en nuestro país.
Este es un trámite de obligado cumplimiento para cualquier proyecto de reintroducción de especies que sean susceptibles de extenderse por varias comunidades autónomas, como es en el caso de las aves, que son capaces de realizar grandes desplazamientos. El siguiente paso es que sea aprobado por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente, órgano político con capacidad de decisión en asuntos ambientales a nivel estatal.
Este proyecto, promovido por la Consejería de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía y por el Zoobotánico de Jerez y que cuenta con el asesoramiento científico de la Estación Biológica de Doñana (CSIC) viene a ser la continuación del “Proyecto Eremita”, en el que dichas instituciones vienen trabajando desde 2003 y pretende la consolidación definitiva de una población autosuficiente de esta especie en la Comarca de la Janda, una vez que se ha demostrado que se cumplen todas las condiciones para ello.
El visto bueno de esta Comisión, precedido por el informe favorable del Comité de Flora y Fauna Silvestres y por la declaración del Ibis eremita como especie extinta en Andalucía en el Decreto 23/2012, son pasos fundamentales para la culminación de este proyecto de conservación, que pretende establecer una población viable a partir de los ejemplares que han sido liberados en el “Proyecto Eremita”. Y es que esta especie, catalogada por la UICN como “en peligro crítico” a nivel mundial, sólo posee en la actualidad una población reproductora en la costa atlántica marroquí.
El proyecto fue también presentado a la comunidad internacional en la última reunión de especialistas en la especie mantenida el pasado otoño en Arabia Saudí, donde recibió el visto bueno de los expertos internacionales.
Los resultados obtenidos por el “Proyecto Eremita” durante la pasada década, en la que se ha conseguido fijar a una población estable con unas 70 aves en completa libertad, y la excepcional temporada reproductora de este año, en la que han volado 17 pollos, hacen albergar grandes esperanzas sobre el futuro de la especie en la zona.