La Guardia Civil ha detenido a un hombre de 31 años, vecino de Roquetas de Mar (Almería), acusado de acosar mediante mensajes de texto y a través de las redes sociales a una mujer, en cuyo ordenador instalo un programa espía y a la que, además, hizo socia de una ONG con el compromiso de donar 2.000 euros al mes.
En su denuncia, la víctima relataba que estaba siendo objeto de un continúo atosigamiento con la recepción en su teléfono móvil de "multitud" de mensajes ofensivos remitidos desde diferentes números de teléfono tanto públicos como privados, por medio de aplicaciones de mensajería multiplataforma, de chat, de SMS, a los que había que sumar correos electrónicos con idéntico contenido enviados desde plataformas de redes sociales.
Según ha indicado la Comandancia en un comunicado, la mujer también detectó la instalación en su ordenador personal de un aplicación espía que se encargaba de captar toda la información que manejaba y escribía en su equipo para, a su vez, redireccionarla a una IP.
Además de los mensajes, también habían activado a su nombre y sin su consentimiento, una línea de teléfono móvil, de prepago, en una compañía de telefonía, y se habían hecho socio a su nombre de una ONG con una aportación de 2.000 euros mensuales que llegó a cargarse en al menos una ocasión en sus cuentas bancarias.
La investigación se centró desde el principio en D.O.G., quien regenta un establecimiento público en Roquetas de Mar (Almería) y con quien la víctima había mantenido una relación laboral durante la que el detenido intentó en varias ocasiones iniciar una relación sentimental sin que ella accediese, lo que hizo a los agentes que estuviese actuando "por despecho".
Los agentes de delitos telemáticos iniciaron sus pesquisas con la recopilación de toda actividad centrada en las redes sociales, además de la mensajería recibida por la víctima desde teléfonos móviles, para lo que ocultaban la identidad del terminal, y teléfonos fijos, que resultaron ser cabinas públicas.
Esta última forma, la utilización de teléfonos públicos para el envío de SMS, fue la que continuó empleando el presunto autor del acoso durante la investigación, lo que permitió ubicar las cabinas en El Parador y Aguadulce, en las inmediaciones del domicilio del sospechoso.
La Guardia Civil activó entonces un discreto dispositivo de vigilancia entorno a los teléfonos públicos utilizados hasta comprobar como D.O.G. era la persona que los utilizaba para enviar los mensajes ofensivos a la víctima, momento en el que los agentes procedieron a su detención.
Las diligencias instruidas por la Guardia Civil fueron entregadas, junto con el detenido, en el Juzgado de Instrucción número 1 de Roquetas de Mar. Se le imputa la presunta autoría de delitos de amenazas, descubrimiento y revelación de secreto e injurias.