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Carroll entra en éxtasis, con seis triples en el segundo cuarto

Tibor Pleiss fue el nombre propio del primer cuarto y suyos fueron 15 puntos que permitieron al Laboral Kutxa aguantar en el marcador

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  • VICTORIA DEL MADRID -

El Real Madrid consiguió una clara victoria, 105-72, ante un Laboral Kutxa con muchas bajas en la que Jaycee Carroll entró en éxtasis anotador en el segundo cuarto con seis de siete triples en diez minutos y veinte puntos anotados.

Tibor Pleiss fue el nombre propio del primer cuarto y suyos fueron 15 puntos que permitieron al Laboral Kutxa aguantar en el marcador, 26-25. Con ausencia casi total de las defensas, como indican los altos guarismos.

El Real Madrid comenzó enchufado y en un abrir y cerrar de ojos, en poco más de tres minutos y medio, alcanzó una gran diferencia, 13-2. A partir de ahí se relajó y Pleiss comenzó su particular recital.

Pero faltaba el actor principal, Jaycee Carroll. En los tres primeros minutos del segundo acto, el escolta estadounidense anotó cuatro triples sin fallo que lanzaron de nuevo al Real Madrid en el marcador.

La orgía de puntos no se quedó ahí y Carroll anotó el quinto triple entre la algarabía de las gradas del Palacio de Deportes madrileño. Para que no faltara nada, Mejri anotó dos canastas desde el cielo y, ¡noticia! Carroll falló su sexto intento desde la larga distancia.

El marcador ya estaba desbocado y con Sergio Scariolo, el entrenador del Laboral Kutxa, sin apenas opciones en su banquillo, sobre todo en lo que a hombres altos se refiere por las lesiones de Hanga, Clark, Mainoldi y, en el día de hoy, Hamilton.

Carroll, quien si no, fue el encargado de poner el broche de oro al cuarto con, efectivamente, un nuevo triple sobre la bocina que selló el 58-42 del descanso, el 32-17 del cuarto, su 6 de 7 en triples y sus 20 puntos en diez minutos. Colosal.

Tras el descanso el partido se convirtió en un correcalles. La victoria, ya decantada, permitió que el Real Madrid se desinhibiera todavía más y que casi todos los jugadores buscaran su momento de gloria.

El Laboral Kutxa se limitó a dejar pasar los minutos deseando que la tortura acabara cuanto antes y a acciones individuales, con Andrés Nocioni a la cabeza.

El 82-60 al término del tercer cuarto, dejó paso a los últimos diez minutos en los que ambos equipos se lo tomaron con más calma. Todo estaba ya resuelto desde hace tiempo.

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