La sesión de ayer de la Mesa de la Movilidad, en la que participó el viceconsejero de Fomento y Vivienda, José Antonio García, sirvió para poner de manifiesto que tanto administraciones públicas como organizaciones sociales están de acuerdo en la conveniencia de desarrollar en Jerez un proyecto de carril bici.
A partir de ahí, se abre un capítulo de discrepancias que tiene como protagonista al trazado inicialmente planteado desde la Junta de Andalucía, que implica “levantar” 20 kilómetros de vía pública, la supresión de más de 250 plazas de aparcamiento y la convivencia de la bicicleta y el peatón en espacios tan sensibles como la calle Larga.
Las partes defendieron la idea de abrir un periodo de negociación que permita alcanzar un acuerdo satisfactorio para todos. El problema, ahora, es que la Junta de Andalucía ha puesto plazo a la consecución de ese consenso: el mes y medio que resta para la finalización del presente ejercicio.
La alcaldesa, María José García-Pelayo, planteó la necesidad de empezar a debatir el trazado “desde cero”, incorporando al mismo a la zona sur -que se ha quedado fuera del proyecto de la Junta- y buscando soluciones a los problemas que se plantean en el centro histórico.
José Antonio García, por el contrario, tiene claro que la Administración autonómica no va a volver sobre sus pasos, “a diciembre de 2012”, para empezar a analizar una cuestión que sus técnicos ya han estudiado. Incluso, el viceconsejero de Fomento y Vivienda advirtió de que el proyecto estuvo expuesto en periodo de exposición pública este pasado verano sin que recibiera ningún tipo de alegación.
El plan se presentó ayer
A este respecto, la alcaldesa no dudó en asegurar que si las organizaciones sociales no presentaron alegaciones al proyecto en el plazo determinado fue sencillamente porque ni siquiera lo conocían. No en vano, la Junta elevó el plan a la Mesa de la Movilidad en la mañana de ayer.
Desde el Ayuntamiento, además, se cuestionó que la Administración autonómica no tuviera en cuenta hasta ahora a este órgano de participación, que es el que suele conocer todas aquellas iniciativas que se plantean en el campo de la movilidad. Está claro por tanto que los tiempos que maneja cada administración son diferentes. La Junta apremia a desarrollar el proyecto basándose en la ausencia de alegaciones y el Ayuntamiento entiende que una iniciativa de este calado merece contar con el respaldo mayoritario de las organizaciones sociales, empresariales y vecinales.
Lo mejor, sin duda, el hecho de que las partes entiendan como positivo el desarrollo de este proyecto; así como la intención del delegado territorial de Fomento y Vivienda, Manuel Cárdenas, de mediar entre las partes. “Hay margen para trabajar. La voluntad y el espíritu de la mesa es de apoyo al plan, pero resolviendo estos problemas con sentido común”, afirmó.