El Celta de Vigo, con un solitario tanto del joven de Santi Mina, el día que cumplía dieciocho años, toma ventaja en la eliminatoria de dieciseisavos de final de la Copa del Rey ante el Athletic de Bilbao.
Celestes y rojiblancos brindaron un gran partido a pesar de que tanto Luis Enrique como Ernesto Valverde reservaron a algunos de los teóricos titulares. El intercambio de golpes fue continuo, con numerosas ocasiones en ambas áreas, aunque sólo Santi Mina acertó a perforar la portería rival.
El Celta viajará a San Mamés, donde este curso ya cayó por la mínima (3-2) en Liga, con un gran resultado. La actuación del portero Sergio Álvarez, el elegido por Luis Enrique para la Copa, fue clave para que los vigueses lograran la segunda victoria consecutiva en su estadio.
El meta celeste firmó una espectacular actuación. Sostuvo a su equipo cada vez que el Athletic lo arrinconó en la primera parte, sobre todo con una doble intervención a disparos de Ander Herrera y Munian (min.19) y al remate de San José (min.36).
Y en los últimos minutos del choque, Sergio Álvarez volvió a ser decisivo ante Muniain y Aduriz, quien con un potente disparo desde la frontal rozó el empate en la recta final, pocos minutos después de entrar en el terreno de juego.
También el Celta había avisado varias veces antes de que llegara el gol, con un disparo del chileno Orellana (min.26) que se marchó rozando el poste, otro de Nolito que desvió San José (min.54), un cabezazo de Santi Mina que obligó a Herrerín a lucirse y un remate de Alex López (min.66) que desvió Santi Mina cuando el meta vasco ya estaba batido.
Cualquiera podía marcar y lo logró el Celta, aprovechándose de un monumental error de Gurpegui. Santi Mina, tras estrellar su primer disparo contra el cuerpo de Herrerín, recogió el rechace, se revolvió y mandó el balón al fondo de la portería rojiblanca.
