Acusan a Ence de saber que un trabajador podía morir

El Sindicato Unitario no se ha cortado un pelo a la hora de valorar el trágico suceso que el pasado lunes acabó con la vida de un trabajador en la planta de Ence en Huelva tras caer en un tanque de lejía. A través de un comunicado, “en el que nos hacemos eco de la opinión de los trabajadores de la fábrica”, el sindicato, que tiene un miembro en el comité de empresa de Ence, acusa a la empresa de saber que alguien podía morir allí, habla de “asesinato” y lamenta la falta de humanidad que lleva consigo el hecho de que la producción no se parara pese a la muerte del trabajador.
   Así, el citado comunicado asegura que Ence  “tenía perfecto conocimiento de que en cualquier momento podrían quitarle la vida a otro trabajador”, ya que  “las tapas de los depósitos de lejía están corroídas, aparte de otros desperfectos en las instalaciones dado que los trabajos de mantenimiento son casi inexistentes. Ahora se repara en lugar de mantener”.
   En cuanto a las condiciones laborales y cumplimiento del convenio en Ence, el Sindicato Unitario lamenta que “nada importa a la hora de obtener beneficios a costa del trabajo y sacrificio de los trabajadores. Con los dedos de una mano se pueden contar las contratas que cumplen con el convenio. En Celulosas ninguna. Todas pagan por horas y por debajo de lo establecido. Y los trabajadores se tienen que llevar la mierda y el cáncer a sus casas, pegados a los monos de trabajo. La Asociación de Industrias Químicas, Básicas y Energéticas de Huelva lo llama Libertad de Empresa”.
   Sobre esto, Miguel Cano, representante de acción sindical del Sindicato Unitario, denunció en Viva Huelva que los trabajadores en Ence “son unos esclavos, trabajan en una fábrica del tercer mundo, sin ni siquiera un lugar donde poder asearse”, panorama que, según Cano, se repite en todas las empresas de Aiqbe.
   Continuando con el duro comunicado, los representantes sindicales consideran que en Ence son unos “empresarios mata-obreros”. Y es que, según describen, la situación posterior al trágico suceso pecó de falta de humanidad: “Lo más indignante es el tratamiento al fallecido. Todos continuaron trabajando, como si se hubiera muerto un perro. Movieron el cadáver antes de que llegaran los servicios de inspección y ahora dicen que el muerto no llevaba arnés. Unas palabritas en la prensa y una fotito con pancarta en la puerta han sido las actuaciones de los sindicatos serios, responsables y negociadores con este sistema, eso sí, a las 17,30 horas porque no se puede parar la producción. Y la tapadera podrida ya está arreglada. Aquí paz y allí gloria. El muerto al hoyo y el boyo para los empresarios vividores”.
   El tono del comunicado, se va recrudeciendo más si cabe conforme avanza hacia su fin. Así, en cuanto a la responsabilidad de los empresarios en el trágico suceso, el Sindicato Unitario considera: “Cuando los empresarios no proporcionan todas las medidas de seguridad necesarias para la protección de la salud y de la vida de los trabajadores estamos ante una traición, un quebranto de sus obligaciones. Pero cuando esta perfidia cuesta la vida de un obrero y además se autoproporcionan las circunstancias para eludir cualquier responsabilidad, podemos estar ante un verdadero asesinato. No son accidentes laborales mortales, son asesinatos de obreros”.
   Por último, en cuanto al arreglo de la zona que provocó el accidente mortal, recuerdan  que “la chapa que cubría el tanque, denunciada por los trabajadores repetidamente,  acabó por romperse” y explican que “en la misma tarde pusieron otro parche al tanque: unas escuadras para aguantar otra chapa. Toma responsabilidad y seguridad”, concluye el comunicado.