El tiempo en: Conil
Publicidad Ai
Publicidad Ai

Sevilla

La Compagnie Olivier Dubois estrena el espectáculo \'Tragédie\'

Este viernes en el Teatro Central

Publicidad AiPublicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai

La Coompagnie Olivier Dubois llega este viernes y sábado al Teatro Central de Sevilla, a partir de las 21,00 horas, con el estreno en España de 'Tragédie', poema coreográfico para 18 bailarines, en colaboración con Institut Français. El seísmo dancístico que conmocionó la edición 2012 del Festival de Avignon, la feroz y perturbadora coreografía de Dubois que está dejando sin aliento a los espectadores de medio mundo llega ahora al escenario del espacio escénico de la Cartuja.

   En un comunicado, el teatro apunta que mucho ha llovido desde que en 1999 Olivier Dubois creara su primer solo. En efecto, desde entonces hasta aquí, no se puede decir precisamente que el creador haya perdido el tiempo. Prestigiosos coreógrafos y compañías como Sasha Waltz, Jan Fabre o Angelin Preljocaj se lo han disputado como intérprete; los Ballets de Montecarlo le encargan una pieza, imparte clases y talleres en afamados centros como la Ópera Nacional de Viena, la Escuela Nacional de Atenas, la Ópera Nacional de El Cairo o la Escuela de Bellas Artes de Mónaco y firma coreografías para óperas como la de Lille, Nantes o Limoges. Hasta llegar en 2011 a ser incluido entre los mejores bailarines del mundo por la revista Dance Europe.

   Pero, aunque desde que en 2009 creara Revolution -una coreografía para 14 bailarinas con la música de El Bolero de Ravel- todo el ambiente dancístico esperaba un auténtico estallido de genio de Dubois, lo que ocurrió el 23 de julio de 2012 superó todas las expectativas. Al Festival de Avignon le tocó la lotería con 'Tragédie', un trance frenético para dieciocho bailarines desnudos. El público se levantó en su totalidad al acabar el espectáculo, habló de él por las calles, y corrió la buena noticia.

   Con sus 18 bailarines desnudos, 'Tragédie' es una fenomenal descarga telúrica. Un potente subidón casi orgásmico, a medio camino entre la danza tribal y el trance. Un  espectáculo vertiginoso, hipnótico y galvanizante. A lo largo de la pieza, Dubois experimenta con una humanidad cegadora, deslumbradora, ensordecedora, Deja de distinguir los cuerpos para que surjan de esas masas en movimiento impulsos arcaicos.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN