De entre los tres acusados, D.T.H., C.T.H. y D.J.D.V., dos de ellos renunciaron a indemnización. No así el tercero de ellos, que percibirá 18.000 euros por parte de D.T.H. por la deformación sufrida en el tabique nasal a consecuencia de un puñetazo.
Según fuentes judiciales, todos los acusados tienen en su cuerpo diversas cicatrices a consecuencia de las heridas producidas durante la pelea, que se produjo a las 5.30 horas de la madrugada y en la que también tomaron parte otros clientes del local. En base a las mismas fuentes, durante la reyerta se utilizaron elementos cortantes, como vasos y botellas rotas utilizadas como arma blanca.
En base a la gravedad de las heridas causadas, las acusaciones contra los implicados ascendían, en los casos de acusación particular, hasta cinco o seis años, informaban las fuentes.
Fue gracias al alcance de un acuerdo entre las partes por lo que la condena quedó reducida drásticamente. Ahora los condenados podrán intentar acogerse a los beneficios de la remisión condicional, al no superar los dos años de pena, y en el caso de dos de ellos, por carecer de antecedentes penales.
En cualquier caso, el Ministerio Fiscal solicitó la actualización de los expedientes de todos los acusados a fin de comprobar si todos ellos pueden acogerse a esta medida.
Familiares
Al juicio acudieron un buen número de familiares y allegados de los tres acusados, que llenaron casi por completo la sala donde se estaba celebrando la vista. Algunos de ellos pudieron incluso acercase al banquillo de los acusados y saludar brevemente a los dos primeros acusados.
Las negociaciones entre los tres abogados, que llevaban a la vez defensa y acusación, y con el Ministerio Fiscal se prolongaron durante más de una hora en los pasillos de la Sección algecireña. El principal punto que dificultaba el alcance de un acuerdo era la renuncia a las indemnizaciones, si bien finalmente la insistencia del letrado de D.J.D.V. llevó a la consecución de la cantidad citada.
Dado que ambas partes habían alcanzado un acuerdo satisfactorio para todos, y que los propios imputados habían aceptado los términos, el juez decretó la firmeza de la sentencia.
