El portavoz adjunto del Grupo Popular en el Congreso, Rafael Hernando, cree que la consulta soberanista impulsada por el Gobierno catalán está provocando "disensiones" en CiU entre los "sensatos" que están viendo como este proceso les está llevando a la "autodestrucción" y los que son partidarios de pactar con el "nacionalismo más radical". De hecho, considera que el presidente catalán, Artur Mas, es "un juguete roto en manos de ERC".
"Hay personas que se han dado cuenta claramente de que el tiempo se acaba y de que lo que único que ha hecho este proceso es reforzar los planteamientos de los más radicales y convertir a ERC en algo que jamás ni esa fuerza pensó: en la fuerza política que dirige la política catalana en la sombra", ha manifestado en una entrevista concedida a Europa Press.
En este sentido, el diputado 'popular' cree que la alianza de CiU y ERC ha generado una "enorme tensión" entre los que quieren "seguir chocándose contra el muro del independentismo y la frustración social" y entre los que consideran "en base a un análisis sensato" que "ese camino sólo les ha llevado a dejar de ser la fuerza hegemónica".
MAS, "EMPEÑADO" EN EL "FRACASO"
"Hay una parte de CiU que está atrapada por su pacto con el nacionalismo más radical", ha reiterado, para lamentar que Mas siga "empeñado" en un proceso que ya le llevó a un fracaso electoral en las últimas autonómicas catalanas, cuando tras adelantar los comicios perdió doce escaños en el Parlament.
Según Hernando, lo único que le está demostrando a Mas este proceso, "elección tras elección", es que sólo sirve para reforzar a ERC. "Uno puede empeñarse en pegarse tiros en los pies, pero claro, la gente no tiene por qué estar dispuesta a seguir poniendo su pie cuando uno lo que hace es destrozárselo. Esto es legítimo y sensato y por eso se están produciendo estas disensiones", ha remachado.
Ante esta situación, el dirigente 'popular' cree que lo más lógico es que el presidente catalán "escuche e interprete mejor" el sentir de la sociedad catalana, "que en su mayoría no es una sociedad que esté por la ruptura", y regrese "al sentido común", ya que en estos momentos la "impresión" que da, según Hernando, es la de ser "un juguete roto en manos de ERC".
"Él tiene capacidad y debería tener capacidad como presidente que es para cambiar eso. Está en sus manos", ha señalado, al tiempo que ha defendido el "camino" correcto a seguir para solucionar los problemas y atender las reivindicaciones tanto del presidente catalán como del resto de mandatarios autonómicos pasa por el diálogo.
Así, Hernando se ha mostrado partidario de seguir "hablando y dialogando para mejorar las dotaciones financieras que permiten el mantenimiento de servicios", con el objetivo principal de superar la crisis. "Lo lamentable de todo este procedimiento es que la prioridad para el Gobierno catalán no ha sido la resolución de problemas sino que lo que les ha movido básicamente ha sido cómo romper España", ha apostillado.
UNA CONSULTA ILEGAL SERÍA "UNA PAMEMA"
No obstante, confía en que la Generalitat respete la legalidad, la Constitución y el Estado de Derecho y no celebre finalmente la consulta el próximo 9 de noviembre, ya que sacar las urnas no sería más que una "pamema sin ningún tipo de valor jurídico ni trascendencia". "Este es el marco y estas son las reglas de juego. Si quiere jugar, tienen que jugar con las que hay", ha advertido.
Asimismo, ha manifestado que la "mejoría económica" que están empezando a "vislumbrar" los ciudadanos está llevando a que "la frustración y el radicalismo que algunos habían planteando" tenga cada vez "menos clientes", lo que se traducirá en que la Diada de este año tenga "un apoyo distinto al que ha tenido en el pasado".
"La sociedad cuando ve que las cosas y las instituciones funcionan y que sus problemas se empiezan a resolver, empieza a volver a la centralidad. Esto está pasando en Cataluña", ha apuntado.
Preguntado por la propuesta socialista para hacer frente al desafío soberanista catalán, y que pasa por una reforma federal de la Constitución, Hernando ha rechazado que se intente "resolver problemas del presente y del futuro con fórmulas del pasado, como puede ser el federalismo". "Me parece un error", ha sentenciado.