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Chiclana

Satisfacción entre los bodegueros por la nueva escultura vitivinícola

\"Es un monumento que honra a nuestros caldos y que nos diferencias de otras poblaciones cercanas\", señalan en un comunicado.

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Los representantes de la vitivinicultura de Chiclana han acogido con satisfacción el homenaje que el Ayuntamiento de Chiclana y, en concreto, la Delegación de Vías y Obras, ha querido ofrecer a la valiosa industria del vino de la localidad. El sector vitivinícola local ha querido expresar su entusiasmo ante “un monumento en el que se honran nuestros caldos y que nos diferencia de otras poblaciones cercanas”.

Los bodegueros de Chiclana han querido mostrar su gratitud por “el recientemente inaugurado monumento, que se ha colocado en una de las entradas más representativas y con mayor afluencia de Chiclana, instalado en la Carretera de las Lagunas, junto a la venta El Florín”.

El colectivo vitivinícola ha querido recordar que “la industria del vino en Chiclana congrega una larga trayectoria de años, es conocida tanto dentro como fuera de las fronteras de la provincia y son muchos los turistas que se sienten atraídos por ella. Además, durante el periodo estival, chiclaneros y foráneos muestran su interés por acudir a las distintas bodegas con las que cuenta la localidad”. Por ello, los representantes de la industria y el tratamiento del vino en el término municipal chiclanero “consideramos la ubicación del monolito estratégica”, ya que se trata del punto de entrada de los más de 200.000 personas que acuden a la localidad tanto en el periodo estival, como en otras fechas”.

Cabe recordar el excelente trabajo que desarrolla la Asociación de Bodegas de Chiclana Padre Salado para el fomento de los vinos  producidos y criados en la Zona de Producción de Chiclana de la Frontera.

En la actualidad, muchas de las bodegas chiclaneras están enmarcadas en la denominada Ruta del Vino y Brandy del Marco de Jerez. Apenas hace tres décadas, las tierras de labranza chiclaneras estaban atestadas de viñas que atraían a decenas de vendimiadores cuando septiembre alboreaba. Las bodegas abundaban en la ciudad y los vinos contaban con un prestigio sumo a nivel nacional e internacional.



 

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