Hasta este punto de la ciudad se acercaron cientos de chiclaneros y visitantes, que no quisieron faltar a la salida procesional de uno de los pasos más queridos entre los fieles. El ligero viento que soplaba a esa hora de la tarde y la tenue luminosidad del momento hicieron aún más emotivo el inicio del paso de misterio, que iba precedido por un largo cortejo de nazarenos con túnicas y capirotes morados.
Escasos minutos después inició su recorrido el paso de palio, en el que María Santísima de los Dolores, rodeada de flores blancas, vivía con angustia y sufrimiento la esclavitud de su hijo. La salida procesional de la Virgen, además, propició la emoción de muchos chiclaneros, que presenciaron este momento bajo los acordes de la Banda Municipal Maestro Enrique Montero.
Otro de los momentos más destacados de este Miércoles Santo fue, sin duda, cuando tanto el Medinaceli, como la Virgen de los Dolores, cruzaron el río Iro, por el puente de Nuestra Señora de Los Remedios. En este sentido, hay que recordar que esta cofradía es la única que realiza parte de su recorrido por la zona de La Banda, puesto que ambos pasos llegaron hasta el conocido lugar como Hoyo del Membrillo, para posteriormente volver a emprender la marcha por las calles de la zona de El Lugar.
El reflejo de las velas que portaban los nazarenos en el agua del río Iro a la altura del puente de Nuestra Señora de los Remedios hicieron posible una estampa inolvidable para los cientos devotos y cuerpo de penitencia que acompañaban a la venerable Esclavitud y Cofradía de Penitencia de Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado Medinaceli y María Santísima de los Dolores por buena parte del centro de la localidad, que volvió a lucir un magnífico tiempo durante toda la jornada, lo que propició que luciera más el paso.