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Córdoba

Piden 18 años de prisión por asesinato por tirar a su hijo al río

El fiscal señala que arrojó al río al pequeño y luego se tiró ella para acabar con sus vidas

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La Fiscalía Provincial de Córdoba ha solicitado una pena de 18 años de prisión por la supuesta comisión de un delito de asesinato con la agravante de parentesco para la madre del niño de cuatro años que murió ahogado el 26 de abril de 2013 en el río Guadalquivir, tras caer al agua desde el Puente de Miraflores, en la capital cordobesa. El juicio se celebrará con jurado en los próximos meses en la Audiencia Provincial.

   En concreto, la madre, que fue rescatada por policías locales, mantuvo ante el juez antes de que ingresara en prisión que ambos cayeron juntos al río por accidente, si bien el escrito del fiscal sostiene que primero arrojó al pequeño y luego se tiró ella "con la intención de acabar con la vida de ambos".

   Según recoge la calificación del Ministerio Público, a la que ha tenido acceso Europa Press y ha adelantado 'Diario Córdoba', Hortensia R., de 49 años, dio a luz a su hijo el 3 de marzo de 2009 y este fue inscrito como hijo del hombre que en ese momento era su pareja sentimental. No obstante, por sentencia de 11 de mayo de 2012, se declaró la filiación del menor a favor del padre biológico, lo que le fue notificado a la madre en febrero de 2013.

   También relata el fiscal que Hortensia rompió la relación con su pareja sentimental en el mes que nació el pequeño, si bien mantenían "una buena relación", de manera que ella incluso volvió al domicilio de este en marzo de 2013 al haber sido "desahuciada de su vivienda por falta de pago". Igualmente, la mujer tiene otros dos hijos de 18 y 15 años de edad, que no tuvieron ninguna relación con el pequeño al convivir con su progenitor en Barcelona.

   En relación a los hechos, el fiscal detalla que sobre las 3,30 horas del 26 de abril del 2013 Hortensia despertó a su compañero de piso y le dijo, "en estado de alteración", que "pretendía marcharse con su hijo", aunque él consiguió calmarla y que desistiera. A la mañana siguiente, la mujer acudió a un centro de salud por encontrarse "nerviosa" y con la intención de que le recetaran las pastillas que tomaba.

   Posteriormente, sobre las 20,30 horas, la acusada se tomó "dos o tres cervezas" con el hombre en un bar junto al Parque Juan Carlos I de Córdoba, así como varias pastillas. Y a las 21,30 horas, mientras él regresó a su casa, Hortensia cogió un autobús en Costa Sol con su hijo de cuatro años y se bajó junto al Puente de Miraflores.

   Tras pasear por la zona, según agrega el fiscal, sobre las 22,20 horas se dirigió hasta el centro del puente "con la intención de terminar con su vida y con la de su hijo", de modo que soltó el bolso en el suelo, se subió a la barandilla y sacó las piernas hacia fuera. Una vez allí llamó a Emergencias 112 y "manifestó su intención de suicidarse".

   De esta manera, soltó el teléfono y, "aprovechándose de la mayor fortaleza física, así como de la confianza y autoridad que ejercía sobre su hijo, lo cogió por los brazos y lo arrojó al río", tirándose igualmente ella "con la intención de acabar con la vida de ambos", relata el fiscal.

   Hortensia fue rescatada junto al Puente de San Rafael por agentes de la Policía Local y del Cuerpo de Bomberos, que "lograron sacarla con vida". El menor, sin embargo, fue hallado sin vida a las 23,30 horas entre este puente y el Romano. El pequeño había muerto ahogado.

"DEPRESIÓN SEVERA"

   Por otra parte, el Ministerio Público apunta que la acusada, que se encuentra en prisión provisional desde el 28 de abril de 2013, presenta "rasgos de personalidad acusados", a lo que añade que en el momento de los hechos padecía una "depresión severa" y estaba diagnosticada de "abuso de benzodiacepinas" (ansiolíticos).

   No obstante, considera que estas circunstancias "no influyeron en su capacidad de conocimiento y libre voluntariedad" en relación con lo ocurrido el 26 de abril en el río Guadalquivir.

   Además, el fiscal señala que pese a que Hortensia ingirió diversas pastillas de bromazepan y unas tres cervezas, "no existen datos objetivos que permitan establecer la existencia de una alteración en las bases psibiológicas de la imputabilidad en el momento de los hechos".

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