Desde que se publicó Gomorra, libro denuncia sobre la Camorra napolitana, su autor, Roberto Saviano vive bajo amenaza de muerte. Matteo Garrone, director del filme no tuvo problemas, ¿La razón?, “El libro denunciaba, daba nombres”, pero “yo ni denuncio ni edulcoro, no juzgo, me limito a mostrar”, afirma.
Rodada en el corazón de esas inmensas fortalezas que conforman los suburbios de Nápoles, como es el barrio de Scampia, Garrone se sigue sorprendiendo de cómo “la fascinación del cine, que abre todas las puertas”.
Así ocurrió en Scampia donde, recuerda, “desde el primer momento, antes del rodaje, los que controlan el territorio sabían perfectamente dónde estábamos qué veníamos a hacer y qué contaba la película y nos dejaron en paz”.
“He rodado con total libertad y nadie me ha dicho lo que tenía que contar”, añade Garrone y apunta cómo los habitantes se apelotonaban alrededor del combo del director para ver de cerca, dice, “algo que comprenden pues lo viven cada día, es su realidad”.