La portavoz socialista en el Ayuntamiento de Málaga, María Gámez, ha presentado este jueves ante las federaciones de asociaciones de vecinos Solidaridad, Unidad y Cívilis un decálogo que recoge iniciativas para conseguir "un Ayuntamiento abierto", en el que la participación ciudadana sea "real y efectiva".
"La participación ciudadana es una obligación, no un capricho de ningún político, por eso en los próximos plenos, cuando tengamos responsabilidad de gobierno, los malagueños tendrán un asiento propio con el que podrán defender una moción como portavoces de un grupo representativo, y los grupos políticos tendremos la obligación de votarla", ha afirmado Gámez.
Para la edil del PSOE, "no deben volver a ocurrir casos como los de la plaza de Camas, construida contra la voluntad de los vecinos, o como las decisiones sobre el futuro de los Baños del Carmen o el Campamento Benítez, que también han sido tomadas sin participación ciudadana".
En concreto, ha explicado que aquellos malagueños que cuenten con el respaldo de un uno por ciento del censo electoral de su distrito o del dos por ciento del total de la ciudad podrán, de forma individual o como portavoces de asociaciones o movimientos vecinales, defender sus demandas a través de un escaño en el Pleno, que serían sometidas a la votación de los grupos políticos con representación en el Consistorio.
Además, los socialistas se han comprometido a que, de gobernar la ciudad a partir de las próximas elecciones municipales, aquellas propuestas que sean respaldadas por un cinco por ciento del total del censo electoral de la ciudad podrán conllevar la celebración de un pleno monográfico para su debate y deliberación.
"Hasta ahora los vecinos sólo pueden acercarse a un grupo político para que recoja sus propuestas, pero no tienen iniciativa propia, esa capacidad debe existir", ha añadido la edil socialista.
Según Gámez, el actual reglamento de participación ciudadana y los canales teóricos para fomentar dicha participación "han demostrado que son ineficaces y no sirven para nada".
"El déficit de participación ciudadana en la gestión municipal sólo aumenta la frustración de los malagueños", ha declarado, poniendo como ejemplo de ello el funcionamiento actual de órganos como los consejos territoriales, que "se reúnen de facto, pero cuyos debates, propuestas, quejas y reclamaciones sobre los distritos no llegan a tener efecto alguno sobre la gestión municipal".
INFORMES VINCULANTES
Ha apostado por "dar poder a los ciudadanos para que sus opiniones lleguen a los que toman decisiones e, incluso, deban actuar conforme a ese criterio", al tiempo que ha defendido también que exista un informe preceptivo de participación ciudadana en cualquier proyecto que tenga efecto sobre el entramado urbano y suponga una transformación para la ciudad.
A su juicio, "al igual que ocurre con los requisitos económicos o jurídicos, ese informe deberá ser obligatorio para que se garantice que se ha oído a los vecinos y que se ha adoptado una decisión que corresponde con el sentir mayoritario".
También ha extendido esta apertura a la colaboración ciudadana en la capital a otros canales como Internet, como ocurre en el caso de las redes sociales, recogiendo peticiones y demandas que no son canalizadas por los instrumentos tradicionales de participación.
"El acceso al alcalde y a los concejales debe estar regulado y debe existir la obligación de que exista ese Ayuntamiento abierto. Es un derecho del ciudadano y también la obligación del político de escucharle", ha concluido Gámez.