Rusia tiene un gran interés en establecer relaciones comerciales con Irán y vender sus productos a la República Islámica cuando se levanten las sanciones impuestas a ese país por su política nuclear, dijeron hoy los ministros rusos de Comercio, Denís Mantúrov, y Energía, Alexandr Nóvak.
"Si el problema (de las sanciones) se resuelve gracias a los acuerdos alcanzados (entre Teherán y los países del Grupo 5+1), se abrirá una gran ventana de posibilidad para impulsar la cooperación. Podremos suministrar mercancías, mano de obra y servicios" a Irán, subrayó Nóvak.
Mantúrov destacó que Rusia quiere vender al régimen islámico "automóviles, aviones y barcos" y está dispuesta a establecer relaciones "cooperativas y proyectos comunes".
Tras varios días de intensas negociaciones, Irán y las potencias del Grupo 5+1 alcanzaron en Suiza un acuerdo preliminar sobre la política nuclear de Teherán.
El acuerdo nuclear prevé que el programa de enriquecimiento de uranio de Teherán sea limitado y supervisado por un periodo de hasta 25 años, y establece que el 95 % del uranio ya producido sea diluido o enviado al exterior.
El tratado consensuado, que establece "controles estrictos" de las actividades nucleares iraníes por parte del OIEA, también prevé el levantamiento de las sanciones nucleares impuestas por EEUU y la Unión Europea contra Irán.
Rusia, que canceló contratos armamentísticos con Teherán después de la aprobación de las sanciones internacionales, no ha dejado de cooperar con Irán en el ámbito de la energía nuclear.
Moscú ayudó a los iraníes a levantar la única planta de energía nuclear que tiene ese país, situada en la ciudad de Busher y cuya construcción se prolongó durante años debido a la oposición occidental.
La planta entró en funcionamiento en agosto de 2010 y alcanzó su pleno rendimiento en junio de 2013.
En marzo del año pasado, Irán y Rusia llegaron a un acuerdo preliminar para construir otras dos nuevas plantas de energía nuclear en la misma Busher.