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Arcos

Divertido y Fuegoalto dan el juego esperado sin provocar heridos graves

Ambos toros permanecieron una hora en la calle, cumpliéndose así el tiempo reglamentario del festejo

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El tiempo fue absolutamente favorable para disfrutar de un día de fiesta total en Arcos, como ocurrió desde las primeras horas de la mañana en las calles de la ciudad con un reguero de personas deambulando de un lugar a otro a la espera de la salida de los toros.


Así continuó la tradición del Toro del Aleluya, con una fiesta calcada de años anteriores, entre otros motivos porque la Ley vigente no permite cambio alguno, tanto de horarios como de recorrido.
La jornada sirvió para homenajear al vecino de Arcos conocido como “Laíto” por parte de sus compañeros, algunos habituales del equipo de seguridad del Toro. Este vecino ha participado tradicionalmente en la suelta y ensogado de los animales durante el festejo.


El primer toro, de nombre Divertido, salió a las 12.07 horas desde el cajón situado en la calle Gomeles y una vez que el alcalde de la ciudad, José Luis Núñez, ondeara desde una terraza el pañuelo que da el visto bueno a la suelta; un toro de color negro, de 550 kilos, de la ganadería del joven empresario Javier Núñez, de la finca La Palmosilla. La res salió a todo gas para empezar a dar los primeros sustos en la calle Alta y subir hasta la Corredera en apenas dos minutos. En esos momentos algunos corredores sufrieron caídas, y el propio toro, como consecuencia de la cantidad de cera de los desfiles penitenciales acumulada en el pavimento. Al cuarto de hora de permanecer en las calles, Divertido ya sangraba por los cuernos por los golpes que había propinado a las vallas de seguridad donde el público se apostaba.


A pesar del “juego” inicial del toro, no se produjeron heridos graves durante el primer encierro. No obstante, el animal permaneció un buen rato, aparentemente cansado, en la zona de El Gallo Azul. Un hombre fue literalmente arrollado por el toro aunque todo quedó en susto. Posteriormente, el animal subió hasta la calle Gomeles donde se quedó hasta su encierro, previo ensogado que fue más fácil que en otras ocasiones, puesto que el primer intento bastó. 

El segundo toro, de nombre Fuegoalto, de color rojizo y de un peso de 510 kilos, salió de la calle Corredera a las 15.25 minutos, con casi media hora de retraso. Con la fuerza de la salida, rápidamente el animal se plantó en la calle Gomeles, haciendo el recorrido completo en prácticamente en cuatro minutos, lo cual repitió hasta en cuatro ocasiones.


Pese a su rapidez, Fuegoalto no causó heridos en los primeros compases de su salida. El toro pareció cogerle gusto a la calle Gomeles, donde se quedó un buen rato apostado junto a las vallas. Cuando llevaba una hora en la calle, el equipo de seguridad comenzó las tareas de ensogado para devolverlo al cajón. Al igual que el primer toro, Fuegoalto no causó heridos de gravedad y sí varios sustos debido a su rapidez.
Los toros fueron conducidos al matadero para que a partir de mañana su preciada carne pueda venderse en la localidad.


La contratación de los toros corrió a cargo de la empresa arcense Ruedos del Sur, en la que ha vuelto a confiar un año más la Delegación de Fiestas para organizar el festejo.
El dispositivo estuvo compuesto por más de cien voluntarios de Protección Civil y Cruz Roja, la plantilla completa de la Policía Local, la Guardia Civil y sus efectivos especiales, los bomberos y el centro de salud arcense. El hospital de campaña se instaló en el colegio La Salle por la fácil evacuación desde el lugar ante una urgencia.
 

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