Uno de los tres hijos de la mujer degollada en Écija (Sevilla) ha asegurado hoy, durante su declaración como testigo en un juicio que se celebra en la Audiencia de Sevilla, que su padre actuó por sorpresa asestando golpes con un hacha de cocina a su madre y sin una discusión previa entre ambos.
El hijo fue el único de los tres del matrimonio que estaba en la casa cuando ocurrieron los hechos, la mañana del 18 de marzo de 2013, porque los otros dos se habían ido a trabajar, han informado a Efe fuentes judiciales.
En su declaración como testigo, el hijo presente en la casa ha coincidido con sus hermanos en que el padre, Antonio L.G., de 49 años, había anunciado en varias ocasiones que quería matar a la madre.
Los tres hermanos también han asegurado que la relación de sus padres estaba deteriorada por la drogadicción de su padre, al que su mujer, que quiso divorciarse en varias ocasiones pero luego se arrepentía de esa decisión, atendía suministrándole la metadona y otros medicamentos que necesitaba.
El acusado, por su parte, reconoció que era "culpable" y que golpeó con un hacha de cortar comida a su esposa, y aseguró que lo hizo "dopado" por los tranquilizantes y durante una discusión por sus sospechas de infidelidad conyugal.
Algunos familiares han vuelto hoy a dirigirle insultos al acusado, al que ayer, cuando entró esposado en la sala del juicio, sus familiares le llamaron "rata", y al salir tras declarar fue increpado de nuevo e incluso tuvo que ser protegido por los agentes de la Policía, lo que también ocurrió cuando compareció en mayo de 2014 en los juzgados de Écija.
En su declaración ante el jurado popular encargado de enjuiciar el caso, el acusado ha dicho que media hora antes de la agresión se había tomado seis o siete pastillas de Tranquimazin y que la noche anterior ingirió otro tubo completo, motivo por el que ha justificado que no recordara muchos detalles de lo ocurrido.
Sí ha recordado que la mujer le quiso dar una tila con tranquilizantes y él no quería, que discutieron por una infidelidad que según asegura tenía confirmada, que cogió el hacha y golpeó a la mujer y que luego se fue al banco para hacer un ingreso, momento en el que fue detenido por la Policía.
Las pastillas las tomaba para quitarse de la droga, según ha dicho antes de sostener que a su esposa "la quería más que nada en el mundo".
La Fiscalía, que pide 18 años de cárcel por asesinato, ha detallado que la mujer, Petra M.M., de 46 años, sufrió doce heridas en la cabeza, la cara y el cuello, mientras que la acusación particular y la popular, que ejerce el Ayuntamiento de Écija, solicita 25 años de prisión por asesinato.