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Mauricio Macri, un "Xeineze" en la Casa Rosada

"En lo más íntimo de mí, Boca hizo algo mucho más importante que darme triunfos, me educó para la vida con enseñanzas que aún hoy guían todos mis actos. Me enseñó que nada es imposible", escribió Macri en su sitio web

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  • Macri. -

Mauricio Macri, presidente electo de Argentina, volverá hoy a la Bombonera para recibir un homenaje del Boca Juniors, el club que dirigió durante doce años y que le aportó una popularidad y una experiencia que le permitieron saltar a la política y alcanzar la Casa Rosada.

"En lo más íntimo de mí, Boca hizo algo mucho más importante que darme triunfos, me educó para la vida con enseñanzas que aún hoy guían todos mis actos. Me enseñó que nada es imposible", escribió Macri en su sitio web.

"El fútbol es más complejo que la política", llegó a decir en alguna ocasión Macri, que presidió el Boca Juniors entre 1995 y 2008, un periodo en el que los 'xeneizes' obtuvieron 17 títulos, lo que le consagró como el presidente más exitoso de la historia del club.

Uno de los futbolistas con el quien tuvo más discusiones fue con el experimentado defensor Carlos Mac Allister, quien salió del club en 1996 y declaró haber "estado peleado a muerte con Macri".

Sin embargo, el líder de Cambiemos ha designado secretario de Deporte precisamente a Mac Allister, diputado nacional desde 2013 por Propuesta Republicana (PRO), el partido fundado por Macri.

"Mauricio (Macri) me llamó personalmente y me ofreció ser el secretario de Deporte de la Nación. Lo primero que me dijo fue 'quiero cuentas claras porque si no voy a ser yo mismo quien te denuncie'", confesó Mac Allister.

Uno de los principales puntos de su gestión será modificar el programa gubernamental Fútbol para Todos (FPT), a través del cual la televisión pública transmite todos los partidos de la liga argentina.

"El FPT va a seguir. Lo que pasa es que hay que reordenar el presupuesto. ¿A vos te parece que el presupuesto del deporte sea de 532 millones de pesos (unos 56 millones de dólares) y que el FPT nos cueste 1.650 millones (unos 174 millones de dólares)", declaró.

También deberá prestarle especial atención a la reciente resolución de la Agencia Mundial Antidopaje, que señala que Argentina no utiliza laboratorios acreditados para las pruebas antidopaje de sus deportistas.

"Tenemos que levantar la suspensión de manera urgente. Si no podemos medir cómo están nuestros atletas en el tema de doping (dopaje) estamos en un problema importante", sentenció.

Pero Mac Allister no es el único exdeportista dentro del entramado político de Macri: el excorredor de la Fórmula 1 Carlos Reutemann, el exgolfista Eduardo "Gato" Romero, el exárbitro internacional Héctor Baldassi y el exjugador de balonmano Martiniano Molina son solo algunos de los que integran esa nómina.

La pasión del exjefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por el Boca Juniors y el fútbol no quedó en el pasado. Tras ganar las elecciones del 22 de noviembre actualizó su biografía en la red social Twitter: "Presidente electo de la República Argentina. Casado. 4 hijos. Hincha de Boca".

Además, tanto en el debate previo a las elecciones como en su primer discurso como presidente electo subrayó sus simpatías por los "xeneizes" e incluso bromeó sobre la posibilidad de que River Plate, rival acérrimo de Boca Juniors, gane el próximo Mundial de Clubes.

"Si ganan el Mundial de Clubes voy a recibirlos en mi carácter de presidente. Pero que hinche por River es complicado", dijo solo 12 horas después de saberse ganador del balotaje presidencial.

Una de sus primeras reuniones tras su triunfo electoral fue con el presentador televisivo y empresario Marcelo Tinelli, candidato a presidente de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), y ya avisó que planea juntarse con Luis Segura, el otro candidato.

Su pasión por el fútbol no se limita a ser hincha del Boca. Macri aprovecha cuando puede, especialmente los fines de semana, para jugar con amigos.

Lo hizo en la mañana del 22 de noviembre, después de votar y antes de acudir a su búnker electoral para esperar los resultados que terminarían por darle la Presidencia argentina.

Y, aseguran sus colaboradores, seguirá jugando al fútbol, en privado, cuando asuma como presidente.

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