Como a la Córdoba del poema de Lorca, siempre ha visto uno a Jédula como lejana y sola, apartada por doce kilómetros de los centros de decisión del pueblo. Esto, que sin duda es un inconveniente, puede traer también, y de hecho trae, una mayor concienciación ciudadana en torno a los asuntos comunes. Ese parece ser el motivo del nacimiento de la entusiasta Asociación de Vecinos de la que es Secretario Pedro Atienza, con quien hemos hablado de Jédula, de la soledad de un pequeño pueblo que busca acomodo entre dos grandes pueblos, Arcos y Jerez.
¿Cómo fue la idea de crear una Asociación de Vecinos con un marcado carácter cultural?
—Un grupo de personas mayores me manifestó la necesidad de que en Jédula se creara una asociación de Vecinos, ya que las asociaciones de vecinos existentes hacía ya largo tiempo que no funcionaban. En un principio me pedían ayuda sobre las cuestiones legales de constitución y procedimiento de registro de la asociación pero yo me entusiasmé enseguida con la idea y realmente entrego al proyecto todo el tiempo que puedo, dadas las circunstancias de que trabajo y, además, fuera del pueblo. Fue así que les presenté un borrador de estatuto y convocamos a finales de julio 2015 una asamblea informativa sobre la idea. Se realizó dicha asamblea y se informó largamente sobre el proyecto: sobre el origen, las motivaciones, los objetivos básicos y generales de la asociación y los principios básicos en que se debía desarrollar la actividad de la asociación. Finalmente, se constituyó la asociación en septiembre de 2015. Creo que era una necesidad patente en Jédula. Aunque existen otro tipo de asociaciones, como de mujeres, deportivas o de tipo religioso (hermandades) faltaba una asociación de carácter transversal en Jédula, y, por ello, nos habíamos planteado dos objetivos fundamentales. Primero, realizar una tarea de información y reivindicativa ante las Administraciones, sobre todo el Ayuntamiento; una tarea de canalizar los problemas, interrogantes, quejas e inquietudes comunes de los ciudadanos de Jédula. Y también de defensa y representación de los intereses generales de los vecinos de Jédula ante las Administraciones, así como de reivindicar el cumplimiento de los compromisos con Jédula contraídos por el Ayuntamiento. Segundo, fomentar, organizar y realizar actividades de índole cultural (charlas, conferencias, teatro, feria del libro…), formativo (cursillos, talleres…), deportivo, divulgativo o festivo. La asociación acaba de nacer y el desenvolvimiento de la misma va a depender esencialmente de la participación e involucración de los socios y vecinos de Jédula. Es como una semilla que hemos plantado y ha empezado a germinar, pero su desarrollo va a necesitar muchos cuidados, mucho esfuerzo y mucha participación. Aunque queremos darle una impronta cultural a la asociación, porque creemos que es el tipo de actividades con mayor carencia en Jédula, también debe ser, creo, como he señalado, un vehículo reivindicativo de los problemas comunes de los ciudadanos.
¿Es difícil hacerse visible en una sociedad con tendencia a no “mojarse”, a no participar de este tipo de actividades?
—Es verdad que hemos encontrado relativo poco interés y entusiasmo, en general, hacia esta idea de la Asociación. Pero los socios fundadores y, sobre todo, la Junta Directiva estamos haciendo un gran esfuerzo para consolidarla. Para hacernos visibles, realmente, hemos hecho bastante publicidad a través de cartelería, de información, “boca a boca”, de divulgación a través de redes sociales y a través de dos asambleas que hemos convocado en apenas 4 meses de existencia de la Asociación (tan es así que t. Y sí, realmente estamos encontrando dificultades para que sea aceptada, asumida, que sea creíble para los vecinos de Jédula y, de esa forma, florezca una mayor participación y compromiso colectivo hacia la Asociación. Realmente desconozco las razones de esa todavía escasa participación, no sé si sólo se circunscribe a Jédula o si, más bien es un fenómeno extendido a poblaciones y entornos próximos; más bien creo lo segundo, pero no con total seguridad. No obstante, a pesar de los escasísimos recursos humanos y económicos de los que todavía disponemos, estamos haciendo todo lo posible para que la Asociación se consolide y fructifique. Testimonio de ello es que, con el poco tiempo que llevamos, hemos realizado tres charlas-coloquio, un pequeño espectáculo flamenco y actividades de animación infantil, todo con ocasión del día de la Constitución, amén de una actividad interna de la Junta Directiva frenética, con numerosas reuniones internas y con representantes del Ayuntamiento y de otras asociaciones.
¿Se nota la lejanía de Jédula a los centros de decisión de Arcos?
—Sí, creo que sí. Aunque tenemos una delegación del Ayuntamiento en Jédula y un concejal delegado, es evidente que las decisiones importantes que afectan a la vida colectiva de los jedulenses se deciden en el Ayuntamiento de Arcos. Aunque la posición más proclive o menos de los distintos alcaldes hacia intentar dar soluciones a los problemas de Jédula o la labor más eficaz o menos de los distintos delegados que han ejercido sus funciones en Jédula han influido en mayor o menor medida en la toma de decisiones a favor de Jédula en el Ayuntamiento, creo que Jédula debería tener una mayor autonomía decisoria sobre sus asuntos o, al menos, mayor peso en la representación política en el Ayuntamiento de Arcos. En este sentido la existencia de una Asociación de vecinos es realmente importante, en la medida en que, como se ha mencionado anteriormente, la Asociación ha de realizar una función de representación colectiva de los problemas de los vecinos de Jédula ante el Ayuntamiento de Arcos de modo que se ejerza una mayor influencia en la toma de decisiones sobre temas que atañen a los vecinos de Jédula.
Jédula está a medio camino entre Arcos y Jerez. ¿Tienen en Jédula ‘el corazón partío’?
—Dentro de la variedad de idiosincrasias propias de cada una de las pedanías del municipio de Arcos, si hay que elegir, creo que Jédula se siente básicamente arcense. Hay que tener en cuenta, en ese sentido, que la mayoría de las familias más antiguas de Jédula tienen origen arcense. Aunque es verdad que la población de Jédula proviene de distintos pueblos de la comarca, la procedencia de Arcos es mayoritaria. Esto sin menoscabo del hecho de que creo que habría que cultivar un sentimiento de comunidad, de pueblo en Jédula, de sentirse perteneciente a un pueblo con una idiosincrasia e, incluso, historia propia. En este sentido, la búsqueda de las raíces históricas e identificativas de Jédula debería ser una función de la asociación.
¿Cuáles son los proyectos más inmediatos de su asociación?
—Los proyectos más inmediatos son la organización de actos conmemorativos del día de Andalucía, sobre los cuales la Junta Directiva está ya trabajando. Aunque todavía en proyecto, y por tanto, no confirmados estamos trabajando sobre las siguientes actividades. Por una parte, un acto de lectura de poemas por parte del poeta arcense Antonio Apresa. Por otra, varias charlas coloquio: una sobre la importancia de la constitución de Andalucía como Comunidad Autónomas en el marco del Estado de las Autonomías, otra sobre economía e, incluso, a ver si es posible, otra sobre el origen histórico de Jédula. Por otra parte, un joven novelista y profesor universitario jedulense, Gonzalo Luna Cortés va a presentar su segunda novela en Jédula (el día 26 febrero por la tarde). Por último, quizá haya algún acto de participación infantil sobre el día de Andalucía en colaboración con el colegio y AMPA de Jédula. Pero, salvo la presentación de la novela de Gonzalo Luna, el resto de actividades está aún por confirmar.
¿Han tenido el suficiente apoyo institucional?
—Sí, lo hemos tenido. Hemos tenido apoyo directo del Sr. Alcalde y del Sr. Concejal-Delegado de Jédula. Hemos tenido también comprensión por ellos. El Ayuntamiento, a través de la delegación de Jédula, ha puesto toda su logística a favor de la organización de las actividades mencionadas anteriormente. En este sentido, tenemos que manifestar, la Junta Directiva, todo nuestro agradecimiento al Ayuntamiento y, sobre todo, a la delegación de Jédula, a sus trabajadores y, en particular, a su titular, Daniel García.