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Cádiz

Un matrimonio desesperado pide al alcalde que le escuche

Las ayudas municipales al pago del alquiler tan sólo han durado seis meses

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  • Matrimonio afectado.

Aunque en Cádiz dicen que no hay invierno por el buen clima que tiene la ciudad, sí que hay un invierno metafórico que no mira por qué rendijas entra y te puede dejar helado cuando menos te lo esperas. Es el frío de la crisis, el frío de los malos momentos económicos, el frío del paro y del no tener sustento para los tuyos.
La mañana comenzaba  en el Ayuntamiento con la visita de un matrimonio que está desesperado porque no tienen el consuelo ni el apoyo de ningún representante político de la ciudad, especialmente del alcalde, José María González, al que pedían que les escuchara y que les diera alguna solución al panorama que están viviendo.
Son jóvenes con dos niños de cuatro y un año y medio. “Nos vamos a quedar sin la ayuda de los Servicios Sociales para el alquiler, el negocio que hemos intentado montar nosotros no nos va bien y encima aquí no nos quieren atender”.
El padre quiere trabajar y para ello acudió al Instituto de Fomento, Empleo y Formación para preguntar por los cursos formativos que se venían impartiendo años anteriores sobre aeronáutica. En las dependencias municipales le han contestado “que no hay convocatoria de esos cursos para este año”, acusando a la Junta de Andalucía por la falta de los mismos.  

En paro
El padre se quedó en el paro y aprovechó la opción del pago único para montar una zapatería en la calle Ciudad de Santander. Una empresa que “no nos va nada bien, no tenemos ni para comprar la nueva temporada de zapatos ni para pagar el alquiler del local”.
También están desesperados porque en nada “nos echan de la casa en la que estamos de alquiler porque nos dieron seis meses de ayuda municipal al alquiler y ya se han terminado estas ayudas”. No obstante, los jóvenes quieren contactar con su asistenta social para explicarle cuál es la situación que están viviendo, pero “no nos han dado cita hasta el mes de abril”.
El matrimonio, según los datos que manejan, se encuentra entorno al puesto 200 del Registro Municipal de Demandantes de Vivienda. Un registro que según la situación en la que se encuentran se convierte en un instrumento cruel que impide el acceso a una vivienda, “que deberíamos tener según la Constitución, porque es nuestro derecho”.
A media mañana se acercó hasta la pareja la concejala de la Mujer, Ana Camelo, que les afirmó que pondría en conocimiento de Servicios Sociales la situación de este matrimonio.
El panorama de esta familia requiere una pronta actuación del equipo de Gobierno, que debería apremiar a los Servicios Sociales del Ayuntamiento para que repasen el expediente y tomar medidas. 

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