El presidente de EE. UU., Barack Obama, viajará el mes próximo al Reino Unido para pedir a los británicos que voten por la permanencia del país en la Unión Europea (UE), revela hoy el dominical "The Independent on Sunday".
Obama aprovechará el viaje que tiene previsto hacer a Alemania el próximo 24 de abril para hacer una escala en Londres y respaldar la campaña del primer ministro británico, David Cameron, a favor de la permanencia en la UE de cara al referéndum europeo del 23 de junio.
El dominical añade que este viaje es considerado como un intento por mejorar la relación con Cameron después de la controversia de la semana pasada por unas declaraciones de Obama sobre Libia, en las que sugirió que el primer ministro no ayudó lo suficiente en la transición libia tras la caída de Muamar al Gadafi en 2011.
Una fuente oficial británica que cita el "Sunday Independent" indicó que causaría "conmoción" si el presidente "no pidiera a los votantes que se queden en la UE" cuando viaje a Londres.
El responsable del comité de Relaciones Exteriores del Senado de EE. UU., Bob Corker, dijo el mes pasado que Obama tenía previsto hacer una petición a los votantes sobre los méritos de quedarse en la UE, pero ahora se confirma la fecha aproximada del llamamiento.
"The Independent on Sunday" resalta que los partidarios del "brexit" -la salida del país del bloque europeo- están molestos por la prevista intervención de Obama, puesto que podría convencer especialmente a los votantes indecisos.
El dominical añade que la noticia del viaje coincide con un sondeo de la firma ComRes que indica que tanto Cameron como el alcalde de Londres, el conservador Boris Johnson, partidario del "brexit", son vistos en términos casi iguales en cuanto a la confianza que generan entre los votantes.
La encuesta indica que el 35 % de los consultados confía en Cameron sobre el debate europeo frente al 34 % de Johnson, considerado el "rostro" más importante de la campaña del "brexit".
La intervención de Obama para apoyar a Cameron sale a la luz después de que el presidente de EE. UU. dijera a la revista "The Atlantic" que el primer ministro estuvo "distraído" por "otras cosas" tras la intervención de sus respectivos países en Libia.
"Hay margen para la crítica porque yo tenía más fe en los europeos, dada la proximidad con Libia, de seguir invirtiendo después (de la intervención)", dijo el mandatario estadounidense, que calificó de "desastre" la situación actual libia.
Después de estos comentarios, que causaron polémica en Londres, la Casa Blanca se vio obligada a indicar que Obama "valora profundamente" la contribución del Reino Unido en la seguridad y los objetivos comunes en materia de política exterior.