No es una sombra producida por algún foco típico de cultos. Se trata de una sombra que se produce cada año en entre mayo y junio, por el efecto de rotación de la Tierra y en las primeras horas de la mañana.
El sol atraviesa uno de los ventanales altos del primer templo parroquial y con los colores de sus vidrieras ofrece distintas estampas de la bella y antigua dolorosa de la hermandad del Nazareno.
También el cuadro de la Divina Misericordia, ubicado junto al altar de la Virgen del Rosario, se ilumina de forma radiante con el haz de luz de otro ventanal, precisamente el ubicado arriba del altar de San Miguel.
La luz solar entra en el templo y produce esas estampas que sólo se pueden ver en esta época del año y gracias a un pronto amanecer y a la posición de la tierra.
