Hacer el flamenco más internacional y no caer en localismos; generar un ecosistema emprendedor en torno al arte flamenco; y, sobre todo, buscar el perfecto maridaje entre el flamenco y las nuevas tecnologías. Son algunas de las claves que dio el catedrático en Economía por la Universidad de Cádiz, José Ruiz Navarro, durante la magistral conferencia que ofreció esta semana en el Centro de Congresos bajo la denominación de El Flamenco como motor económico de la ciudad.
"Hay que hacer el flamenco más internacional, no se puede caer en localismos".Eso sí, Ruiz Navarro dejó claro que “es importante que el flamenco que se haga interese, que lo que se haga se haga con pasión, ya que en caso contrario se fracasa seguro. Hay que tener tenacidad y constancia ante las equivocaciones”.
Todo un experto en la materia, desgranó algunos datos relevantes de un estudio que realizó junto con otros compañeros en el año 2010 para la Junta de Andalucía sobre qué flujo generaba el arte flamenco en Andalucía en todos los sentidos. Así, los números del flamenco quizás más relevantes son los 3,5 millones de euros anuales que generan las peñas flamencas; los 17 millones de euros que deja de beneficio la Bienal de Sevilla; los 20 millones de euros con la venta de discos; 35 millones de euros en moda y artesanía; y, quizás el dato más impactante, los 550 millones de euros que movía en términos turísticos.
En cuanto al interés que genera el flamenco en el resto del mundo, José Ruiz Navarro indicó que con solo introducir a día de hoy en Google la palabra Flamenco aparecen hasta 50 millones de búsquedas en un segundo. Lejos quizás si se compara con el jazz que alcanza los 563 millones, pero no es una cifra nada desdeñable.
La evolución
De todas formas, reconoció que se han dado pasos, y muy importantes, desde aquel año 2010 “en el que nos dimos cuenta de que era un sector muy cerrado”, y que, sin embargo, en 2013 “ha cobrado mucho más dinamismo, sobre todo a nivel internacional. Se está vendiendo flamenco fuera a un nivel similar al de otros sectores”, comentaba José Ruiz Navarro.
Precisamente, y en cuanto a esa pata que debe suponer la internacionalización del flamenco, el catedrático de Economía afirma que “hay que salir fuera, aprender de lo que hacen otros y que funciona, e intentar hacer esa traslación aquí”, y puso como ejemplo de ello Nueva Orleans y como vive la música jazz las 24 horas del día.
La segunda pata sobre la que se debe de sustentar el futuro del arte flamenco es a nivel emprendedor. “De nada sirve tener buenos artistas, si no se genera mercado y público que aprecie ese arte”, señalaba Ruiz Navarro. En este sentido, entiende que una de las claves puede estar en la economía cocreativa, es decir, que haya un sistema de colaboración constante con los clientes, proveedores, administraciones, sistemas financieros y empresas complementarias que hagan posible que se generen esas sinergias positivas para que cuaje como motor económico en una ciudad. No es tarea fácil, y así lo reconoce el catedrático, pero es una de las opciones a tener en cuenta, y mucho.
Y, la última pata y quizás la más importante de las tres, es en la que José Ruiz Navarro hablaba de ese maridaje que hay que conseguir entre el flamenco y las nuevas tecnologías, es decir, aprovechar la realidad virtual, las impresiones 3D e incluso el compartir experiencias personales a través de redes sociales.
