El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, participará mañana en el Palacio de Versalles en una cumbre junto a François Hollande, Angela Merkel y Paolo Gentiloni con la que el Ejecutivo considera que España se consolida en el eje decisorio de la UE ante la salida del Reino Unido del club comunitario.
Rajoy fue invitado por el presidente francés a participar en esta cumbre junto a la canciller alemana y el primer ministro italiano con el fin de hacer un análisis a cuatro del rumbo que debe seguir la UE.
Un intercambio de opiniones justo antes de la cumbre europea de Bruselas del 9 y 10 de marzo y del Consejo Europeo extraordinario de Roma el día 25 con motivo del 60 aniversario de la firma de los tratados que dieron origen a la Europa común.
Además, la cita de Versalles se celebra poco antes de que el Gobierno británico tramite su petición formal de abandonar la UE.
Fuentes del Gobierno subrayan a Efe que España siempre ha estado en primera línea de la integración europea, pero admiten que su actuación puede haber estado algo limitada durante el tiempo en el que Rajoy estuvo en funciones.
Una vez certificada la renovación de su mandato, interpretan que una primera evidencia de la presencia de España en el grupo de países a la cabeza de la UE fue la participación de Rajoy en la reunión de Berlín de noviembre pasado en la que él, Merkel, Hollande y el entonces primer ministro italiano, Matteo Renzi, despidieron a Barack Obama en su último viaje a Europa antes de abandonar la presidencia de los Estados Unidos.
La presencia de Rajoy en Versalles, recalca el Gobierno, supone la consolidación de España en ese grupo de países que considera que pueden ser claves para fijar el rumbo por el que debe caminar la UE tras el "brexit".
Pero resaltan que eso no significa hacer de menos al resto de socios, sino que es un elemento más de análisis entre países que coinciden en la necesidad de avanzar sin dilación en el proceso de integración europea.
Eso es lo que ha venido defendiendo Rajoy en todas las cumbres de los últimos meses porque interpreta que la receta para hacer frente al "brexit" es "más Europa".
Conseguirlo cree que requiere afrontar los problemas de los ciudadanos y atender prioridades como la inmigración, la lucha contra el terrorismo, la seguridad exterior, la defensa europea, el crecimiento económico y la creación de empleo.
Para Rajoy, la UE debe seguir apostando con claridad por el mercado único, ha de avanzar en la unión económica y monetaria y debe plantearse ya la unión fiscal.
El jefe del Ejecutivo resumió junto a Hollande el pasado 20 de febrero en Málaga, con motivo de la cumbre hispano-francesa, el mensaje que cree que debe lanzar la UE.
"Estamos más unidos que nunca, queremos más integración que nunca y vivimos en la región con mejor nivel del mundo. Y nuestro objetivo y nuestra apuesta es que cada vez sea mejor", subrayó.
La reunión de mañana será la primera vez que coincidan estos cuatro líderes de la UE después de que el pasado miércoles el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, presentase ante el Parlamento comunitario un libro blanco sobre el futuro de Europa en el que se plantean cinco posibles escenarios.
La primera opción pasa por continuar como ahora, la segunda consiste en reducir el proyecto europeo al mercado único, y la tercera plantea una UE a varias velocidades para que los países que lo deseen avancen en común en ciertas áreas como defensa, seguridad o asuntos sociales.
Hollande es partidario de esa Europa de varias velocidades, tal y como expuso en la cumbre hispano-francesa de Málaga y en la que consideró que Francia, España, Alemania e Italia pueden dar pasos en esa dirección. Y Merkel también apoya esa opción.
A las tres propuestas anteriores, la Comisión suma la alternativa de "hacer menos de manera más eficiente", centrándose en determinados ámbitos políticos; y, por último, un escenario federalista que aboga por "hacer más juntos", compartiendo competencias, recursos y tomas de decisiones en todas las áreas.
Rajoy dio la bienvenida a ese libro blanco, que considera "una contribución útil" al debate sobre el futuro de la UE.
Otro de los retos a los que tiene que hacer frente la UE es el auge de los populismos, y en ese contexto es previsible que los cuatro líderes presentes en Versalles comenten las expectativas ante los procesos electorales que habrá este año en Francia, Alemania y Holanda.
