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El Puerto

Oreja para David de Miranda y cornada para Morilla en la Plaza Real

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Con una entrada de “más músicos que público”,  se ha celebrado una corrida mixta en la que se han lidiado cuatro toros de Pereda y dos novillos de Fuenteymbro. Para Alejandro Morilla (Marino y  oro  “de la aguja”): saludos y vuelta al ruedo de la cuadrilla al ser cogido por el cuarto; David de Miranda (Grana y oro): oreja y saludos; y  el novillero Ángel Téllez, que se presentaba con picadores,  (Blanco y oro): saludos y vuelta al ruedo. Actuaron de sobresalientes Enrique Molina (Añil y azabache) y Alfredo Parra (Malva y oro) que no intervinieron en quites. Morilla ingresó en la enfermería con cornada de unos 5 centímetros en la zona perianal y un fuerte golpe en la rodilla. Fue trasladado al Hospital Sta. Mª de El Puerto para luego ser derivado al Hospital Universitario de Cádiz donde existe servicio de cirugía cardiovascular.

Comenzó la corrida con un emotivo minuto de silencio en memoria de Celso Ortega. Tras el recuerdo el cantaor José María Núñez acompañado a la guitarra por Antonio Berenguer le dedicó al finado dos emotivos cantes. En el cuarto de la tarde la Banda “Maestro Dueñas” estrenó el pasodoble dedicado a Alejandro Morilla,  compuesto por el maestro Domingo Díaz.

El primero del encierro no fue el toro más apropiado para que Morilla pudiese demostrar ese toreo reposado y profundo que prometió en la presentación de su regreso a El Puerto. Salió Alejandro a por todas recibiéndolo con una larga en el tercio. Con la muleta el diestro se mostró firme ante un animal reservón en sus embestidas,  que tenía siempre marcado al torero y con mucho “peligro sordo”.

Su faena de muleta a su segundo toro la comenzó con apretadísimos cambios por la espalda. En las primeras arrancadas el toro parecía que iba a ser propicio para el triunfo ya que por el pitón izquierdo era pronto y tomaba los engaños humillado, lo que aprovechó el torero para propinarle buenos naturales. Poco a poco el burel fue agriando sus embestidas punteando mucho al llegar a la pañosa llegando incluso a voltear al matador causándole un fuerte golpe en su maltrecha rodilla.  Alejandro tiró de reaños para acortar las distancias y tirar la moneda al aire. En esos terrenos de cercanías el cornúpeta lo alcanzó propinándole una cornada en el glúteo. Muy mermado en sus facultades continuó en la plaza y le dio muerte para después ser trasladado a la enfermería. Tras una mayoritaria petición de oreja que la presidencia denegó, la cuadrilla dio una vuelta al ruedo.

La actuación de David de Miranda en su primer toro fue muy aseada y medida ante un animal que sangró mucho tras el puyazo. Comenzó su labor en el tercio con pases suaves. Las tandas fueron cortas para no agotar las nobles pero “moribundas” embestidas del animal. Tras una estocada le cortó una merecida oreja.

El quinto del festejo no humilló nunca en su lidia. Siempre iba con la cara muy alta y no pasaba en los muletazos. El onubense poco pudo hacer ante las nulas condiciones del toro.
Se presentaba con picadores el novillero toledano Ángel Téllez en una plaza tan importante como la de El Puerto.  Al joven torero no le pudo la responsabilidad y estuvo muy por encima de su primer novillo, un rajado y berreón pupilo de Fuenteymbro. El novillero le atacó en los terrenos de tablas terminando su labor con unas ceñidas “benardinas”. El mal uso de los aceros le privó de cortar una merecida oreja.

A su segundo novillo le propinó un emocionante quite por “gaoneras”. Con la pañosa comenzó su labor con ayudados por alto. Destacó en su labor el toreo al natural aunque no terminó de cuajar ésta ya que el novillo fue a menos.  Esperemos que pronto El Puerto pueda presumir de que una figura del toreo hizo su presentación con picadores en su plaza.

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