Transcurridos los dos primeros fines de semana de la entrada en vigor de la declaración de Zona Acústicamente Saturada (ZAS) de las Plazas Vargas y del Clavo (junto a Tornería) y la calle San Pablo y parte de Caballeros, la inusual estampa que ha acompañado de noche a estas últimas por las restricciones impuestas deja ya pérdidas económicas que hace peligrar el mantenimiento de los puestos de trabajo (30) y de algunos de los propios establecimientos. Así lo asegura el presidente de Asunico, Manuel García, con varios asociados en esta céntrica vía y que está actuando de interlocutor con el Ayuntamiento y los hosteleros e incluso con los propios vecinos desde que arrancó el procedimiento administrativo para hacer efectiva esta designación.
Ayer, a última hora de la tarde, los propios hosteleros de San Pablo mantuvieron una reunión -que continuaba al cierre de esta edición- para valorar cómo han sido estos 18 días desde se hiciera efectiva la designación, y con ella la obligatoriedad de retirar los veladores a partir de las 12 de la noche y restringir los horarios de cierre.
Tal y como habían vaticinado, no ha habido sorpresas pues “llevan dos fines de semana y las pérdidas están ahí”, precisa García, de ahí que sus esfuerzos ahora se centren en presentar un recurso que deberá resolver el Ayuntamiento pidiendo que se flexibilicen las medidas, sobre todo en lo concerniente a horario de cierre y veladores, que deberán presentar como muy tarde este lunes.
Pese a la que está cayendo, el representante de Asunico, que habla por locales afectados como El Siete, Tabanco Paulino, Tasca San Pablo, entre otros, confía en que el recurso, que supone agotar el último cartucho que les permite la vía jurídica, tenga recorrido y el Gobierno local rectifique. “La ley le da la posibilidad al Ayuntamiento a aplicar estas medidas dentro de una horquilla que puede ir de cinco minutos a dos horas. Estamos hablando de unas medidas muy severas; nunca jamás se habían planteado”, recuerda García tras referirse a la declaración de ZAS de la Avenida de México, un precedente que tuvieron en cuenta a la hora de iniciar los trámites para acogerse a esta figura legal “conjuntamente vecinos y hosteleros”, añade, recordando las inversiones “millonarias” que han hecho estos últimos para minimizar el impacto del ruido.
“Se sienten utilizados”
Paradójicamente, el resultado no ha sido para nada el que esperaban. “ No se tenía que haber llegado a esta situación. Había buena voluntad y se pidió esta declaración para que no se diesen más licencias de apertura, a sabiendas de que si se abrían más bares, la situación iba a empeorar. Ya no se fían”, advierte el representante Asunico, que aún así confía en que prime la vía del diálogo y que la situación se pueda reconducir pese a lo “precipitado” de la gestión del Ayuntamiento en este tema “de tanto calado”. Tiene claro que se ha creado un precedente “con el que va a doler mucho la cabeza”, tras reiterar que es la hostelería la que sostiene al ya de por sí castigado centro.
C’s tacha de “precipitada” la decisión de la alcaldesa en el conflicto
El portavoz del Grupo municipal de Ciudadanos (Cs) por Jerez, Carlos Pérez, mostró ayer su preocupación por el conflicto que ha generado entre hosteleros y vecinos la puesta en vigor por parte del Ayuntamiento de la aplicación de las “zonas acústicamente saturadas” de San Pablo y plaza Vargas, y la solicitud para designar también zona ZAS a la plaza Rafael Rivero. El edil alerta de las graves consecuencias que puedan derivarse de un efecto dominó “si entre todos no llegamos a un consenso que aúne tanto el bienestar de los vecinos por un lado, como el bienestar de los propios hosteleros del centro de la ciudad por otro”. Para el concejal de Cs “no es justo que nuestro centro se vea perjudicado como consecuencia de la precipitada decisión de nuestra alcaldesa y su equipo de Gobierno sin haber tenido en cuenta la repercusión tan negativa que pueda contraer esta medida a medio plazo”.
Ante este escenario, el líder de C’s se muestra tajante. “No vamos a tolerar que ocurra en Jerez lo mismo que ha pasado en otras ciudades que por tomar precipitadas decisiones políticas afecten negativamente no sólo a la economía local de la ciudad sino también a los cientos de turistas”.
