El pasado miércoles tuvo lugar el pleno municipal de septiembre. Pleno con un componente histórico, por ser la primera vez que la mayoría de la Corporación Municipal presenta una moción solicitando “la reprobación y destitución de un concejal”, en este caso del edil de Cultura, Sergio Román Gutiérrez.
"El motivo, o más bien los motivos, son de peso, vista su continua actitud de desprecio, tanto en las redes sociales como durante las sesiones plenarias, hacia ciudadanas y ciudadanos, compañeros de corporación y familiares de los mismos", señala la oposición en un comunicado. "Actitud deleznable y comentarios, algunos con tinte machista y otros jugando con asesinatos como el de Miguel Ángel Blanco", que la oposición barbateña rechaza y a los que quiso poner punto y final con dicha moción.
Sin embargo, los grupos municipales se encontraron "con varias sorpresas, a cada cual más desagradable", indican.
Para comenzar, explica la oposición en un comunicado conjunto, "el alcalde, Miguel Molina, dijo haberse olvidado de traer esta moción (que se llevó por urgencia el pleno anterior)". "Nos preguntamos cómo se puede olvidar de una moción tan importante – por la gravedad del asunto – y siendo la primera vez que se presenta algo así".
"Lo más lamentable se produjo a continuación, cuando el propio concejal de Cultura, nada más comenzar su intervención, lo primero que hizo fue faltar al respeto utilizando metáforas para poner de “tontos” a la oposición, sin que el alcalde le cortara el micrófono como debería haber ocurrido", explica la oposición. "Sergio Román se dirigió al pleno sin reconocer en ningún momento sus “errores y con una forma de proceder arrogante y prepotente insinuando comportamientos irregulares por doquier", critican los ediles de PSOE, PP, Somos Barbate, IU y las ediles no adscritas. "Esa actitud fue consentida por Miguel Molina, como máximo responsable del municipio, en todo el tiempo que se alargó su intervención", lamentan.
Cierto es que el edil de Cultura "se quedó sólo en su defensa, únicamente contó con el apoyo de Miguel Molina, que parece encubrir la actitud irrespetuosa de Sergio Román, mientras tanto el silencio de sus compañeros de gobierno los convertía en cómplices una vez más", declara la oposición, a la vez que critica que "el alcalde, por su parte, en lugar de reprochar las salidas de tono e insultos de su concejal, se limitó a lanzar balones fuera hablando de su labor en la Concejalía".
Al final la moción de reprobación al Sergio Román Gutiérrez fue aprobada por la gran mayoría del Pleno, pero, lamenta la oposición "quedó en el aire la sensación de que que si un alcalde defiende y legitima por su permisividad a cargos públicos que faltan al respeto a sus vecinos, ¿es Molina digno de representarnos?".